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Un comentario general entre los integrantes de la industria de la relojería es: “hay una crisis en el sector” que hace difícil las ventas. Sin embargo lo visto en la más reciente entrega de Only Watch batió récords. El Patek Philippe Ref. 6300A, único en acero, cerró su cotización en 31 millones de francos suizos (CHF).
Situación que lo convierte en el reloj más caro de la historia y deja muy atrás los 18 millones del Daytona Paul Newman que ostentaba la marca en una subasta. También un prototipo del F.P. Journe Astronomic Blue se vendió a 1.8 millones de CHF. Un Audemars Piguet Code 11.59 Tourbillon Openworked obtuvo 1 millón, un precio histórico para la casa de Le Brassus en un reloj de reciente lanzamiento.
La sala del Hôtel des Bergues, de Ginebra, Suiza fue el testigo donde también un Tudor Black Bay Ceramic, cuyo precio regular es de 3,500 CHF, se remató a 350,000. Desde luego el talento emergente tuvo protagonismo: un Akrivia Chronomètre Contemporain del joven relojero Rexhep Rexhepi, un guardatiempo de funciones simples, se cotizó en 360,000 francos.
En total se recabaron 38,593,000 CHF, que de acuerdo a los especialistas, el 99% se destinarán directamente a proyectos de investigación para combatir la distrofia muscular. En esta subasta, los precios del martillazo final son iguales a los finales, ya que no se agrega ninguna prima a los compradores. Se subastaron 50 piezas únicas de 49 firmas que apoyaron esta causa.