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Con 20% más visitantes que el año pasado y un alcance global estimado en 288 millones de personas, el Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH) de Ginebra cumplió con la promesa de su eslogan “Tiempo de florecer”.
Este mantra del primer evento monumental de la industria en 2018 refleja una estrategia de negocio enfocada en lograr que su edición 28 fuera “más grande, conectada y abierta que nunca”. Pero también es una metáfora del ánimo optimista, aunque cauteloso, de un sector que al fin empieza a mostrar señales de recuperación luego de que en 2016 las exportaciones de relojes suizos se desplomaran 9.9%.
Fabienne Lupo, presidente y directora del SIHH, durante la inauguración.
En noviembre, estas exportaciones aumentaron 6.3% más que el año anterior, mientras que en los primeros 11 meses de 2017 crecieron 2.8% en comparación a 2016, según la Federación de la Industria Relojera Suiza. René Weber, analista del banco de inversión Vontobel, prevé que este rubro se incremente 5% en 2018.
Con estas cifras como telón de fondo, el SIHH mostró un rostro fresco para recibir a casi 20 mil visitantes, un récord en su historia. Se dieron mil 500 acreditaciones para medios de comunicación, 12% más que en 2017, y durante los cinco días del salón se generaron 400 mil posts con la etiqueta #SIHH2018.
La clave principal de la renovación del SIHH es el fortalecimiento de su oferta de marcas, que este año sumaron 35 contra las 30 de 2017 y las 16 de hace tres años. Por ello, el área de exhibición se amplió un 20% a 55 mil metros cuadrados. Casas como Cartier, Audemars Piguet, Jaeger-LeCoultre, IWC, Panerai, Piaget, Richard Mille y Montblanc repitieron como lo hacen desde hace varias ediciones.
El campanazo fue el debut de Hermès, que se mudó de la feria Baselworld en Basilea como han hecho otros en años recientes. El Carré des Horlogers, el espacio para pequeñas casas independientes que el SIHH inauguró en 2016, alcanzó 17 participantes con Armin Strom, DeWitt, Romain Gauthier, Élégante by F.P. Journe y Chronométrie Ferdinand Berthoud.
Hermès debutó este año en el Salón.
El Salón lució rejuvenecido gracias al rediseño de varias de sus áreas, pero sobre todo con la creación de un auditorio de 100 asientos pensado como un foro de televisión, donde se llevaron a cabo 29 debates, presentaciones o entrevistas públicas con CEOs de firmas.
En los pasillos también se habilitaron espacios conocidos como “white boxes” para que los bloggers, influencers y otros medios digitales pudieran grabar, transmitir y hacer posteos. “Este nuevo enfoque ha probado su valor y el Salón ha realizado un proceso significativo de transformación que implica evolucionar para ofrecerle a las marcas no sólo la mejor plataforma de negocio, sino el mejor montaje en términos de comunicación y visibilidad”, aseguró Fabienne Lupo, presidenta y directora del SIHH.