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Este libro es la Biblia de la relojería emocional

Un título rotundo y una foto que dice más que mil mecanismos. 'A Man and His Watch' y el Rolex de Paul Newman. Matt Hranek reúne anécdotas de 38 hombres sobre sus relojes más queridos en un clásico instantáneo

La cubierta del libro 'A Man and His Watch' de Matt Hranek.
15/03/2018 |17:22Manuel Martínez |
Redacción El Universal
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El libro que se ha convertido en un fenómeno entre la comunidad relojera no es lo que esperas. Es mejor. Se llama A Man and his Watch y con la foto del Rolex Daytona de Paul Newman en la portada anuncia un viaje por la relojería emocional, la corriente en ebullición que obtuvo su mayor victoria cuando ese cronógrafo del actor estadounidense se subastó por 17.8 millones de dólares en 2017.

Matt Hranek reúne los testimonios en primera persona de 38 hombres sobre sus relojes más entrañables, con imágenes tomadas por Stephen Lewis. Entre ellos hay famosos como el diseñador de moda Ralph Lauren, el actor Sylvester Stallone y el piloto Mario Andretti, además de coleccionistas, periodistas y otros amantes de los guardatiempos (un arqueólogo, un chef, un maître d’, un físico, un escultor, un granjero de añil…).

Este libro es la Biblia de la relojería emocional

Sylvester Stallone: Tiffany & Co. Gold Rolex Submariner Referencia 1680/B.
Excerpted from A Man and His Watch by Matt Hranek (Artisan Books). Copyright © 2017. Photographs by Stephen Lewis.

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“Se trata de contar la historia de cómo empezó su pasión por los relojes”, dijo Hranek a Tiempo de Relojes . “No es un libro lleno de cosas lujosas, sino que el lujo son las anécdotas. El reloj sin el que yo no puedo vivir es el Rolex Datejust de mi padre. ¿Es el más costoso? No, pero sí es el más valioso emocionalmente. Es una propuesta muy diferente al acercamiento técnico que hemos visto en otros libros”.

Este libro es la Biblia de la relojería emocional

El periodista estadounidense Matt Hranek.

“El primer reloj que me cautivó fue el de mi padre, grande, redondo, con totalizador”, escribe Ralph Lauren junto a las fotos de su Cartier Tank Cintrée y su Patek Philippe que perteneció a Andy Warhol. “Mi padre era un verdadero caballero, casi siempre se ponía corbata y el reloj era parte de su look. (…) Creo que un hombre y su reloj tienen un vínculo especial. Quizás sea su objeto más personal (…)”.

Mientras más hablaba del ángulo del libro y su intención de mostrar la conexión emocional de los hombres con sus relojes, el autor encontraba más personas interesadas en este proyecto. Incluso abrió una cuenta en Instagram. Y está convencido de que apenas arañó la superficie.

Además, Matt rastreó piezas con un alto contenido histórico en archivos de marcas para incluirlas en A Man and His Watch . La más destacada es el Rolex de Paul Newman, pero también aparecen el Omega que John F. Kennedy utilizó en su toma de posesión, el Cartier de Fred Astaire, el Corum Buckingham de Elvis Presley o el TAG Heuer Monaco que Steve McQueen lleva en la película Le Mans ( 1971).

Este libro es la Biblia de la relojería emocional

El reloj Omega utilizado por John F. Kennedy en su toma de posesión.
Excerpted from A Man and His Watch by Matt Hranek (Artisan Books). Copyright © 2017. Photographs by Stephen Lewis.

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Elvis Presley: Corum Buckingham Referencia 5971.
Excerpted from A Man and His Watch by Matt Hranek (Artisan Books). Copyright © 2017. Photographs by Stephen Lewis.

De todos, el que más le impresionó fue el Omega Speedmaster que el astronauta Walter “Wally” Schirra usó en la misión Mercury-Atlas 8 (Sigma 7). “El hecho de que haya sido el primer reloj en el espacio le da un valor muy poderoso para alguien que creció en los años 60”, reflexiona. “Mi mundo infantil tenía que ver con el programa especial y el viaje del hombre a la Luna. Cuando era niño quería ser astronauta, por eso para mí fue maravilloso tener ese reloj en la mano”.

Pero lograr acceso a los archivos de algunas firmas fue una aventura. En el caso de Cartier dice que nunca le dieron la dirección y que le dijeron que un auto lo recogería en cierto punto de Ginebra a cierta hora. “Fueron muy generosos, pero realmente fue como si me estuvieran secuestrando y no es broma. Aún hoy no puedo decirte la ubicación de ese edificio. Una vez dentro quieren enseñarte todo. Estuve horas ahí, no sólo mirando relojes sino lentes oscuros, encendedores, publicidad antigua, fue espectacular”.

Como algo excepcional, Rolex lo dejó entrar a su archivo para fotografiar únicamente el Oyster Perpetual de Francis Chichester, quien entre 1966 y 1967 circunnavegó el globo con ese reloj en la muñeca funcionando a la perfección. “Rolex es la marca más cautelosa y reservada. Originalmente no iban a dejarme ingresar bajo el argumento de que nunca fotografían esos relojes, pero yo vi una foto del Chichester en la revista de la marca y los convencí. Hasta mis amigos que trabajan en Rolex estaban sorprendidos cuando les llamé para contarles que me encontraba en el archivo”.

Su opinión sobre el ascenso de la relojería emocional frente a aquella que apuesta por el contenido técnico es que “las cosas hermosas y bien hechas siempre tendrán su valor, pero lo que aumenta ese valor a niveles exagerados es que a la gente le gusta conectarse con las celebridades o con personas que tuvieron un gran impacto en su vida”.

Es el caso del Daytona de Paul Newman. “Empezó como un reloj deportivo muy simple y Newman lo usó porque era un reloj-herramienta. Que él se convirtiera en un ícono se refleja en el valor que el objeto adquirió. Nosotros, como comunidad, queríamos poseerlo y le dimos la cualidad de algo raro y único. Así es como se fija el valor de las cosas”.

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George Bamford: BSD X DRX -Army vs Navy- "Popeye" Yacht-Master.
Excerpted from A Man and His Watch by Matt Hranek (Artisan Books). Copyright © 2017. Photographs by Stephen Lewis.