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Hace 26 años nacía este modelo fornido y deportivo de la casa de Le Brassus. Una apuesta que hasta Gerald Genta, creador del Royal Oak en 1972, tachó de locura. Este año, el guardatiempo que rompió moldes por su tamaño, peso y diseño se alista en un frente de pasarela con un look más contemporáneo y estético.
Cuando se lanzó lo apodaron la ‘Bestia’ y este año nace la ‘Bella’. Tres cualidades diferencian al nuevo Royal Oak Offshore Cronógrafo Automático de sus antepasados. Es por el momento, el cronógrafo Offshore más delgado, late con el calibre 1185, lo que explica su delgadez. Y el la última cualidad es el nuevo lenguaje de diseño que se expresa en la caja y en la carátula.
El nuevo Offshore tiene una caja de titanio de 42 mm de diámetro, pero con una altura de 12.8 mm, mucho más fina que el típico cronógrafo Offshore de 14.4 mm de espesor. Es el primer Offshore equipado con el calibre 2385, que anteriormente solo se encontraba en el Royal Oak Chronograph y el 37 mm Offshore Chronograph para damas.
El calibre 2385 es en realidad el movimiento Frederic Piguet 1185. Con un perfil muy delgado, es un clásico del diseño en maquinarias de cronógrafo automático con embrague vertical, rueda de columnas y martillo de reinicio de una pieza. Aunque el corazón es nuevo, está oculto debajo de una caja sólida, tal vez para esconder la disparidad entre la caja grande y el mecanismo pequeño.
El resultado del nuevo Offshore es un diseño de esfera tri-compax, con subesferas a las 3, 6 y 9 horas. Otros ajustes cosméticos incluyen una corona rediseñada, protectores de corona y pulsadores más pequeños y planos que le da al contorno del reloj una apariencia más elegante.
Pulsadores y corona llevan además un anillo de cerámica azul que hace juego con la carátula, que como es tradicional tiene decoración guilloché tipo Méga Tapisserie en azul marino con contadores en gris.
El bisel interior ha crecido y se ha transformado en una escala de minutos que sustituye a la taquimétrica, típica en otros modelos anteriores. También las agujas e índices horarios han adoptado otro look. Están parcialmente esqueletadas con puntas luminiscentes.