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Recuerdo que hace tiempo, en una conferencia sobre literatura rusa, uno de los asistentes preguntó: "¿qué tiene que pasar para que en una sola generación se junten apellidos como Dostoievsky, Tolstói, Turguénev y Chéjov?". El ponente respondió: "una crisis". Y es que durante el siglo XIX, época dorada de la prosa rusa, el territorio soviético permaneció constantemente en guerras. La lección: siempre que existen problemas profundos, complejos y terribles, la creatividad humana se vuelve salvamento de la cruenta realidad.
Este mismo principio podría aplicarse sin problema a uno de los relojes más icónicos no sólo de Omega, sino de toda la relojería. Pero antes de llegar al resultado final, existió un largo proceso de desarrollo de piezas realizadas durante la guerra. Entre 1940 y 1945, Omega entregó cerca de 110,000 guardatiempos al British Ministry of Defense, para que fueran usados por la Royal Air Force. Las creaciones cotizaron de inmediato entre los pilotos, por su resistencia y comodidad durante el vuelo.
Estos relojes evolucionaron durante lo conflictos mundiales, hasta que en 1948, alcanzaron su punto máximo con la línea Seamaster, primera familia de relojes de Omega. El bello diseño de los relojes, sumado a su durabilidad y precisión, los convirtió en un absoluto triunfo de la creatividad sobre los estragos de la guerra, justo como pasó con los grandes literatos rusos.
A 70 años de esta victoria de la imaginación, Omega celebra con un par de relojes edición limitada que tienen lo mejor del pasado y lo más sofisticado del futuro.
Los nuevos Seamaster 1948 Limited Editions introducen bellas cajas de acero inoxidable de 38 mm, esferas en tonalidad plateada e índices aplicados de corte clásico, lo cual les da un look vintage sumamente atractivo para los coleccionistas. Pero no te dejes llevar por la primera impresión, que el interior de ambos modelos está armado con tecnología de punta.
El Seamaster 1948 Center Seconds cuenta con el calibre 8806 de cuerda automática, que garantiza 55 horas de reserva de marcha. Además posee (junto a su reloj hermano) el certificado METAS Master Chronometer, creado por la casa para sus piezas de excelencia. También es dueño de tecnología resistente al magnetismo y la rueda de volante patentada por Omega. Funciones de horas, minutos y segundos.
Mientras tanto, el Seamaster 1948 Small Seconds late con el calibre 8804 de cuerda automática, con 60 horas de reserva de marcha. Resistente al magnetismo, posee espiral de volante de silicio, volante patentado por Omega, escape coaxial, puentes y rotor rodiados.
Ambos relojes presumen fondo de caja transparente con un grabado del 70 aniversario del Seamaster, así como detalles navales y aéreos. La correa puede ser marrón o azul-gris, con hebilla estilo vintage.
Omega nos regala así dos relojes resultado de la guerra, pero que nos otorgan paz con su estilo minimalista y clásico. Aunque claro, aún queda una batalla: la de elegir uno de los dos, pues resultan bellísimos, funcionales y lujosos. ¿En qué bando estas?