François-Paul Journe, fundador de la marca que lleva su nombre, ha expresado muchas veces su fascinación por la relojería creada en el siglo XVIII, a grado tal que la ha nombrado como la "época dorada de la medición del tiempo". Por ello no es de extrañar que la más reciente creación de la casa suiza sea justo un homenaje a los años 1700.

La herencia artística de F.P. Journe
La herencia artística de F.P. Journe

El Régence Circulaire destaca gracias a sus detalles, guiño total a los clásicos. Primero, su construcción mecánica cuenta con el famoso Tourbillon Souverain (codiciado por distintas firmas desde su aparición en 1983), que en esta ocasión, y por orden expresa de F.P. Journe, se presenta en oro rosa de 18 quilates. Además, cuenta con la complicación segundos muertos , la cual consiste en mantener la aguja totalmente inerte durante el lapso que transcurre de un segundo al otro.

La herencia artística de F.P. Journe
La herencia artística de F.P. Journe

Si esto te parece complejo, espera a ver la esfera del Régence Circulaire, realizada completamente a mano durante dos días de trabajo intenso. Inspirada por los motivos arquitectónicos del Período Regencia (ocurrido en Reino Unido entre 1795 y 1837), la carátula presume un juego de figuras geométricas, las cuales fueron primero bocetadas en una carátula de oro blanco, para después ser grabadas como patrón en el mismo metal. Una vez trazado, se expuso a distintos procesos artesanales que le otorgan su característico tono final. Sin duda una labor llena de precisión, paciencia y arte.

Para almacenar todo este savoir-faire , F.P. Journe eligió una caja de 40 mm en oro rojo. Este reloj de movimiento manual está limitado a 20 unidades.

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