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La familia Black Bay, estandarte de Tudor, amplía su legado con la presentación de su primer reloj deportivo con horas mundiales en la historia. La pieza, develada en Baselworld, sorprendió a los aficionados de la casa, quienes no esperaban el rescate del bisel tipo "Pepsi" (tendencia que también adoptó Rolex en dos de sus novedades), detalle que lo hace más dinámico visualmente.
El guardatiempo conserva las características que han hecho famoso al Black Bay, como los 41 mm de diámetro, carátula negra y caja de acero inoxidable. La novedad se encuentra en la función GMT, donde los husos horarios adicionales son indicados por una aguja tipo snowflake en color rojo (otro rasgo distintivo de la casa), la cual gira alrededor de la esfera en 24 horas.
Para hacerlo funcionar de manera óptima, la casa desarrolló un nuevo calibre de manufactura llamado MT5652. El movimiento automático permite 70 horas de reserva de marcha, mientras aviva las horas saltantes, los minutos y segundos en el centro, el calendario a las 3 y la función de parada del segundero.
Hermético a 200 metros, puede llevarse con brazalete de acero o correa de cuero marrón "Terra di Siena". Aunque aún falta mucho por ver en Baselworld, nos atrevemos a decir que estamos ante uno de los relojes del salón que darán de qué hablar, dado su discreto pero contundente encanto.