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Las revoluciones más poderosas son las que van contracorriente, y suelen ser giros contra la historia porque vuelven el pasado para conquistar el futuro. Así Greubel Forsey desafía las convenciones actuales de la relojería para presentar un guardatiempo realizado a mano.
Salvo el cristal de zafiro, las juntas de la caja, los resortes, el muelle y las piedras, todo el nuevo Hand Made 1 se fabricó honor a su nombre. Un sello ubicado en el bisel a las 6 h que sustituye al clásico “swiss made”.
La firma sólo fabricará dos o tres piezas al año. Es un reloj completamente artesanal que apela a la inteligencia de las manos y su precisa inteligencia para construir, caja, esfera, agujas, los más mínimos detalles del movimiento y también la correa. Nada menos que 6,000 horas de trabajo para una reloj –el equivalente a tres años-.
Greubel Forsey siempre ha destacado por su compromiso con los oficios tradicionales de la relojería, así como la defensa de sus antiguas técnicas. El proyecto “Nacimiento de un reloj” junto a Time Aeon Foudation fue una declaración de principios evidente. Ahora con Hand Made 1, la finalidad ha sido resucitar de nuevo el arte ancestral y elevarlo a una exigencia y precisión tal que puede competir con las nuevas herramientas de producción. Justo el experimentado savoir-faire es el que trabaja a escala micrométrica para corregir el detalle más exigente.
Para fabricar Hand Made 1, la manufactura reunió a un equipo de artesanos que también recurrió a talento externo, todos comprometidos con este excitante proyecto. Es un guardatiempo creado “ex novo”. Su calibre cuenta con 272 componentes, la caja está conformada por 36 partes y el tourbillon tuvo que ser repensado y aumentar el número de sus componentes para poder ser fabricado íntegramente a mano. La construcción manual de lo 69 componentes del carro del tourbillon tienen un peso total de 0.521 gramos. La palanca del escape requiere mes y medio de trabajo.
Toda una reestructuración del proceso creativo que llevó a cortar uno por uno los 20 dientes de la rueda de escape, o crear una espiral con nueva aleación en el taller y montarla sin ayuda informática, sólo con un molino de laminación manual. La pieza se presenta en caja de oro blanco de 43.5 mm. Una belleza mecánica con una esfera abierta con marcadores esmaltados combinados con una manecillas de gran silueta y acero azul.
Stephen Forsey y Robert Greubel han logrado construir un reloj únicamente con herramientas manuales –el 95%, según detalla en porcentaje-. Probablemente, no haya mayor experiencia de exclusividad en el sector actualmente que esta bella revolución suiza. Confianza total en la labor artesanal y búsqueda de la perfección son aliados extraordinarios de la alta relojería.