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La relojería siempre está en busca de materiales nobles para sus creaciones. En los últimos años el bronce y la cerámica se han convertido en un must . A la lista se agrega el carbono, nuevo rey de la temporada gracias al Octo Finissimo Minute Repeater de Bulgari. La firma italiana lo incluye en una alta complicación, como esta repetición de minutos, y además de darle poderío estético lo dota de un sonido sorpresivo por impresionante. Y claro, eso no es todo.
Si hacer un repetición de minutos es tan complicado como ganar un maratón, que aquél sea el más delgado que existe es algo similar a haber corrido con una mochila llena de piedras. Bulgari logró esta hazaña en 2016 con el Octo Finissimo Minute Repeater, que obtuvo el récord del repetición de minutos más plano del mercado con un grosor de caja de 6.85 milímetros. Para conseguir este logro fue necesaria una afortunada combinación de creatividad italiana y excelentes conocimientos relojeros.
Un repetidor de minutos requiere de una caja grande con la masa indispensable para que el sonido se propague al exterior de un modo rico en matices y a un volumen perceptible. Ya que no podían proporcionar estas variables debido la estrechez de la caja, los ingenieros de Bulgari idearon una imaginativa solución: perforar la esfera para garantizar la propagación del sonido. Esto y el uso de titanio, considerado el mejor metal para estas complicaciones, dieron como resultado una maravilla técnica.
Dos años más tarde Bulgari eleva el nivel de dificultad de esta pieza con una versión de carbono. Una vuelta de tuerca que enfatiza un aspecto esencial de toda la colección Octo: la personalidad de sus líneas, inspiradas en la arquitectura clásica romana, y el acierto de la firma italiana para convertir las características físicas de los materiales en parte esencial del atractivo del reloj.
Composite basado en el carbono, el material elegido tiene el nombre técnico de CTP (Carbon Thin Ply). Tiene cualidades similares al empleado por Richard Mille. Lo primero que destaca del CTP es el espectacular acabado de las superficies, obviamente negras pero con veteados que dan a cada ejemplar un aspecto único. Los ingenieros de la casa descubrieron que el CTP aporta al Octo Finissimo Minute Repeater un sonido muy especial y armonioso. Como pasaba en la versión titanio, para conseguir este efecto se incluye una carátula perforada cuyos orificios son además índices horarios y delimitan el pequeño segundero.
No es la única singularidad del movimiento: tiene un minúsculo gobernador (el componente que da la cadencia justa a la secuencia sonora) de 3.3 milímetros de diámetro. Además, los timbres de la sonería han sido fijados en el interior de la caja y no en el mecanismo, como es lo habitual.
Dada la ligereza del material compuesto de carbono, el reloj pesa apenas 47 gramos. Más allá de su virtuosismo técnico, este Octo Finissimo Minute Repeater es un ejemplo de cómo la nueva Alta Relojería busca campos de experimentación con colores y texturas inusuales. Una evolución del clasicismo acorde con estos tiempos.