Tener una mascota con alguna discapacidad no siempre está en la lista de prioridades de una persona, lo ideal sería que al igual que los seres humanos las mascotas tuvieran las mismas oportunidades.
En entrevista para EL UNIVERSAL , la veterinaria Paulina Velázquez explicó que no en todos los casos los tratamientos son costosos, pues existen alternativas. Los animales a veces ni siquiera son conscientes de que padecen alguna discapacidad.
Ellos son quienes deciden salir adelante, aunque es necesario evaluar el estado en el que se encuentran: “es bueno darles la oportunidad hasta donde ellos quieran, porque ellos ponen el 90 por ciento de su recuperación”.
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La igualdad de oportunidades en los animales también se refleja en las leyes, de acuerdo con un artículo de la gaceta del senado, en el país existen las siguientes: la Ley General de Vida Silvestre, la Ley Federal de Sanidad Animal, y la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, mismas que determinan los principios básicos y las medidas necesarias de trato digno y respetuoso.
Velázquez explicó que la atención médica enfocada en las mascotas ya es una obligación, de lo contrario, podría considerarse como maltrato animal, el cual ya es un delito que se castiga con multas y hasta con cárcel.
Fotos: Instagram @fulgithecat
Estaba enjaulado junto con otras gatas para que las preñara, pues fulgencio pertenece a una especie exótica y su precio en el mercado en línea puede alcanzar los 30 mil pesos.
Así perdió su ojo, porque una de las gatas lo arañó, además no tuvo los cuidados necesarios y su estado de salud empeoró. Los dueños del criadero llamaron a un veterinario que es colega de Velázquez y al percatarse de la situación tan precaria en la que lo tenían; decidió llevárselo.
“Llamaron a un colega para que lo revisara pero se lo robó porque el gato ya no iba a sobrevivir si se quedaba ahí”
Foto: Cortesía
Velázquez contó que el gato llegó pesando un kilo 800 gramos, tenía las orejas llenas de ácaros, estaba enllagado, con poco pelaje, desde luego, se le dio tratamiento adecuado para que su situación clínica no empeorara.
Una madrugada, Fulgencio empezó a convulsionar, se cayó de la cama y se lastimó el hocico. Rápidamente se hicieron las labores adecuadas para calmarlo y mantenerlo a salvo.
Al día siguiente le hicieron estudios y se le diagnosticó con toxoplasmosis, que es un padecimiento que adquieren los animales por comer carne cruda, puesto que lo provoca un parásito.
“También detecté que aunado a esto desarrolló trastornos neurológicos que dan origen a las convulsiones”
Otro problema de salud que tiene Fulgencio es una enfermedad renal, al ser un gato de raza exótica tiene características físicas que no le permiten tener, por ejemplo, una respiración normal.
Después de tener un diagnóstico, se le tuvo que dar tratamiento y como manera de prevención para que no se lastimara si volvía a convulsionar; se le puso ropa gruesa y disfraces.
“La idea de ponerle ropa a los animales no siempre es la mejor, porque sus pelajes ya los protegen, pero como Fulgencio llegó sin pelo le tuvimos que poner ropa. Los disfraces ayudan a que no se lastime en caso de que vuelva a tener una convulsión”
Fotos: Instagram
Velázquez recomendó que si un animal convulsiona hay que evitar tocar cabeza y el cuello. Tampoco es correcto meter algún un objeto o dedo a su hocico, ni darles alimento o agua porque esto provocaría el vómito.
Lo ideal es que traten de calmarlo tocando su cuerpo y hablándoles. En caso de ser necesario, se debe limpiar la zona pues muchas veces vomitan, orinan o defecan.
Si es el primer episodio se debe llevar de inmediato al veterinario para que tenga un diagnóstico oportuno.
Tener una mascota con discapacidad requiere de atención, cuidado y amor, pero no es nada que otros perros o gatos no requieran. Es decir, los animales muchas veces ni siquiera son conscientes de que padecen alguna enfermedad o que les falta una extremidad porque simplemente actúan por instinto y tienen una vida digna si se les da amor y cuidado.
Como un acto de empatía, la especialista ofrece consejos para quienes tienen una mascota con algún problema de salud o físico.
Foto: Adriana Estrada
“Por lo general, dicen que yo dejo entrar a mi casa solamente a los animales con capacidades diferentes, pero siempre llegan en el momento adecuado, por eso me gusta ayudar a quien tiene una mascota con algún problema, resuelvo cualquier duda que tengan al respecto”
Respecto al costo de los tratamientos de fulgencio, enfatizó que no es caro y además siempre les ofrece a sus clientes alternativas que se adapten a la economía de cada persona.
Pese a que Fulgencio debe llevar una dieta especial de grado veterinario, además de cuidados especiales, el costo al mes es de mil pesos.
“Cuando tengo clientes que llevan a sus mascotas por alguna complicación médica, siempre trato de darles tratamientos que se adapten a su situación económica y es que siempre hay opciones”
Debido a la situación en la que encontraron a Fulgencio, Velázquez comentó que no es recomendable adquirir mascotas que venden en línea, en mercados o en criaderos porque en la mayoría de los casos los animales son maltratados para comercializarlos, lo ideal es verificar que todo esté en regla.
Un tema que destacó es que las nuevas generaciones de veterinarios se van a enfrentar a personas que lleguen con perrhijos y gathijos, comentó que como especialista debe haber empatía y no corregir a alguien que se presente como la mamá o el papá de las mascotas.
“Realmente no sabemos el trasfondo que existe y por qué los llaman de esa manera, tal vez su mascota los rescató de un cuadro de depresión, o simplemente buscaban compañía, no lo sé y no voy a juzgarlos”
También comentó que está de acuerdo en que una persona sea más responsable con sus mascotas y les brinden los cuidados y la atención que no se les tenía hace 10 años.
Otro punto importante es que consideró que quienes tienen un perrhijo o gathijo es porque su situación financiera, social y emocional se los permite.
“Debe considerarse que hoy en día la mayoría de personas con las que he platicado y llegan a mi consultorio prefieren tener una mascota en vez de un hijo y es que no es lo mismo ni en gastos ni en la responsabilidad que implica tenerlos. Pero también es muy respetable lo que cada persona quiera para su vida”
Por último, explicó que tener una mascota tiene múltiples beneficios para la salud emocional y física pues ayudan al acompañamiento y algunos, incluso, salen de un cuadro depresivo gracias a ellos.
Foto; Adriana Estrada
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ayef