Un reciente estudio científico ha revelado que dormir boca arriba, una posición comúnmente recomendada por muchos profesionales de la salud, podría tener consecuencias peligrosas para la salud en algunas personas. La investigación, llevada a cabo por investigadores de Advanced Brain Monitoring, señala que esta postura puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.
El estudio se centró en personas que sufren alzhéimer, parálisis supranuclear progresiva, trastornos del espectro de Parkinson y deterioro cognitivo leve, observando cómo la postura al dormir afecta el proceso de "aclaramiento glifático", el cual es crucial para la eliminación de neurotoxinas acumuladas en el cerebro durante el día. Los investigadores hallaron que las personas que pasan más tiempo durmiendo boca arriba presentan una mayor acumulación de estas toxinas, lo que podría estar relacionado con la neurodegeneración.
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Daniel J. Levendowski, presidente de Advanced Brain Monitoring, explicó que dormir boca arriba reduce la eficiencia del proceso de limpieza cerebral, lo que provoca la acumulación de neurotoxinas desde la mediana edad y podría manifestarse hasta 20 años antes de los primeros síntomas cognitivos. Un dispositivo llamado Sleep Profiler reveló que las personas con enfermedades neurodegenerativas pasan más tiempo durmiendo en esa posición que aquellas sin estas condiciones.
Uno de los hallazgos más preocupantes del estudio es la relación entre dormir boca arriba y la apnea del sueño, un trastorno que provoca pausas en la respiración durante la noche. Según los investigadores, esta postura favorece el colapso de las vías respiratorias, lo que incrementa el riesgo de sufrir episodios de apnea. Esta condición no solo afecta la calidad del sueño, sino que también puede aumentar el riesgo de hipertensión, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardíacos.
Además, las personas que ya tienen problemas respiratorios, como congestión nasal o asma, pueden ver empeorada su condición al dormir en esta posición. Esto se debe a que, al estar boca arriba, la gravedad favorece la obstrucción de las vías respiratorias, dificultando la entrada y salida de aire.
Aunque el estudio muestra una correlación entre la postura al dormir y las enfermedades neurodegenerativas, no implica que todas las personas que duermen boca arriba desarrollarán estas patologías. No obstante, los investigadores subrayan la importancia de mantener una buena higiene del sueño y tratar cualquier trastorno que pudiera actuar como desencadenante adicional. Dormir bien es fundamental para el buen funcionamiento neuronal y puede ayudar a reducir el riesgo de neurodegeneración.
Joseph De Koninck, psicólogo y profesor emérito de la Universidad de Ottawa, cree que dormir de lado podría ser más beneficioso a largo plazo, pero advierte que la postura inicial al acostarse no es necesariamente la que se mantiene toda la noche. A esto, se le suma la opinión de la Fundación Pasqual Maragall, dedicada a la investigación del alzhéimer, la cual ha señalado que la mala calidad del sueño, incluido el insomnio, puede ser un factor de riesgo en la aparición de esta enfermedad. En su opinión, “el insomnio afecta regiones cerebrales relacionadas con las etapas tempranas de la enfermedad”, lo que sugiere que el sueño puede ser tanto un síntoma como un precursor de la demencia.
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El estudio concluye que, aunque dormir boca arriba puede ser cómodo para algunas personas, también puede desencadenar problemas de salud graves en otras. Los expertos sugieren que es crucial evaluar las condiciones individuales de cada individuo y prestar atención a los síntomas que puedan aparecer durante el sueño, como ronquidos fuertes o despertares frecuentes.