Los turistas suelen buscar alojamientos cómodos y cerca de las grandes ciudades para recorrer sus principales atractivos. Generalmente cuando les entregan las llaves, rara vez se fijan qué hay debajo de la cama o en los armarios, salvo algún detalle que les llame la atención.
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Pero para un viajero cuyo seudónimo es Zhang, un extraño olor le llamó la atención y avisó al personal del hotel sobre lo que sucedía. La respuesta que le dieron fue que el olor provenía de una panadería que se ubicaba en la planta baja, pero luego de cenar, regresó a la habitación y el olor era más fuerte, por lo que volvió a reclamar.
Para el turista, el olor era realmente insoportable y pidió otra habitación. Ese mismo día, los oficiales del Destacamento de Policía Criminal de la Oficina de Seguridad Pública de Lhasa se pusieron en contacto con el turista. Le informaron que encontraron un cadáver debajo de la cama de su anterior cuarto, en la que el turista había dormido por tres horas.
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Lo cierto es que el turista debió declarar para contar lo sucedido, aunque dijo que nunca se percató que podría haber una persona muerta debajo de la cama. Luego de tomar su declaración, así como una muestra de ADN, el afectado dijo que las autoridades le comentaron que arrestaron a una persona relacionada con el caso. La situación generó consternación porque cuando alguien viaja, lo que menos espera es terminar declarando sobre el fallecimiento de una persona.
La persona detenida tenía la tarjeta de identificación de la víctima, de apellido Wang. Pero no sólo eso, sino que además tenía su teléfono y sus tarjetas bancarias. Se cree que la mujer fue asesinada en otro lugar y que el sospechoso trasladó sus restos a la habitación del hotel, aunque no se sabe la fecha exacta del fallecimiento de la víctima.