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La sarna es una enfermedad cutánea altamente contagiosa que afecta a los perros, causada por diferentes tipos de ácaros. Si bien esta afección no solo es un problema de salud para las mascotas, sino también para los seres humanos, es esencial conocer sus síntomas, métodos de prevención y tratamiento.
La sarna canina es una infección de la piel causada por ácaros microscópicos que se alimentan de la epidermis del perro. Según la veterinaria Cristina Pascual, existen dos tipos principales de sarna que afectan a los perros: sarna sarcóptica y sarna demodécica.
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La sarna sarcóptica es la más común y se transmite fácilmente entre animales y en algunos casos a los humanos, mientras que la demodécica se encuentra generalmente en perros jóvenes o con sistemas inmunológicos debilitados.
Síntomas de la sarna en perros
Los síntomas de la sarna son bastante visibles y molestos para los perros. En la sarna sarcóptica, los perros suelen experimentar:
- Picazón intensa y constante.
- Pérdida de pelo en áreas localizadas o generalizadas.
- Lesiones y costras en la piel.
- Enrojecimiento e inflamación de la piel.
- Mal olor debido a infecciones secundarias.
En el caso de la sarna demodécica, los síntomas suelen ser más leves, pero incluyen pérdida de pelo localizada, principalmente en la cara y las patas. En algunos perros, puede evolucionar hacia una forma más grave que cause infecciones bacterianas secundarias.
El diagnóstico de la sarna se realiza a través de la observación de ácaros en un raspado de piel bajo microscopio o pruebas específicas como ELISA. Requiere medicamentos antiparasitarios, como lactonas macrocíclicas (selamectina, ivermectina) o isoxazolinas (fluralaner). Además, se recomiendan baños acaricidas y champús antiseborreicos para complementar el tratamiento. Los perros infectados deben ser aislados de otras mascotas para evitar el contagio.
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La sarna en los perros es una enfermedad seria, pero tratable. Si se detecta a tiempo, los perros pueden recuperarse completamente con el tratamiento adecuado. Los dueños deben estar atentos a los primeros signos y buscar atención veterinaria para evitar complicaciones graves. La educación sobre esta enfermedad es clave para proteger la salud de nuestras mascotas y prevenir su propagación.
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