En octubre de los años 70, EL UNIVERSAL destinaba una página completa de notas policiacas para relatar hechos en la Ciudad de México. Una de estas historias fue la del señor Domingo Zúñiga, quien dormía en su cama cuando recibió un tiro mortal, todo ocurrió en el departamento 3 de Largo Erne, colonia Tacuba.
Fue su esposa quien descubrió el cadáver horas después al acercarse a su recámara. “A las 7 horas que su esposa fue a tratar de despertarlo para que se fuera a sus labores, le encontró ya sin vida, pues una bala le había penetrado entre ceja y ceja”, se lee en la nota.
De inmediato, la mujer avisó a las autoridades quienes llegaron por el cadáver para llevarlo al Servicio Médico Forense. Según la necropsia, el hombre murió mientras dormía en su cama.
Los agentes de la División de Investigaciones para la Prevención de Delincuencia calcularon que fue alrededor de las dos de la mañana cuando uno de los vecinos del edificio despertó al escuchar ruidos sospechosos. El hombre pensó que se trataba de un extraño quien pretendía entrar a la habitación y disparó una pistola.
Sin embargo, una de las balas traspasó la pared de madera de la vivienda donde el señor Domingo y su esposa dormían. La bala impactó en él causándole la muerte. El vecino, José Luis Navarro, fue detenido y dijo estar extrañado de las acusaciones, pues él había disparado al aire para no dañar a nadie.
Bala perdida mata a niño
En otra información se reportaba que también por una bala perdida había perdido la vida un niño de seis años. El disparo lo hizo un desconocido y alcanzó al menor en la calle, cuando iba a cumplir un mandado de su mamá.
El pequeño estaba en una tienda de la colonia Pantitlán, en el Estado de México, y al notar que no regresaba, la madre fue a buscarlo hasta que un joven le dijo que su hijo estaba tirado en la calle y la estaba llamando.
“La señora Ibarra corrió hasta donde su hijo se encontraba y al tratar de auxiliarlo se dio cuenta que tenía manchada la camisa con sangre, mientras Víctor le decía ‘mamá, me duele’”, narraba el texto.
Solo se supo que el niño quedó lesionado con un arma de fuego y murió 45 minutos después de la medianoche; mientras, la policía seguía investigando para encontrar al responsable.
Un cerdo se comió los dedos de una bebé
Otra de las notas relataba que en el Estado de México un cerdo había comido los dedos de ambas manos a una bebé de 40 días de nacida. La madre de la niña había salido un momento y sus hermanitos estaban jugando en la casa, por lo que no se dieron cuenta de lo ocurrido hasta después.
Cuando regresó, el pequeño de dos años le informó que su hermanita estaba “mala” y al entrar al domicilio descubrió con horror que uno de los cerdos que tenían en casa se había comido los dedos de la niña.