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A la hora de elegir las mascotas que incorporaremos a nuestro hogar suelen aparecer dicotomías entre los integrantes del grupo familiar. Las preferencias siempre son distintas y esto puede inclinar la balanza por cierto animal u otro, aunque muchas veces son dos las especies, como perros y gatos, que se suman a nuestra casa y garantizar una buena convivencia entre ellas resulta muy importante.
En esta oportunidad, centraremos nuestra atención en lo que sucede cuando en un mismo hogar se decide tener como mascotas a un perro y un gato. Si bien se trata de animales que perfectamente pueden convivir en un mismo lugar, también es cierto que si no logran aceptarse mutuamente esa convivencia será difícil, como se suele decir “como perros y gatos”.
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Cómo lograr una buena convivencia entre mascotas
Sobre la convivencia entre perros y gatos te traemos algunas sugerencias que pueden ahorrarte grandes problemas entre las mascotas y garantizar que exista buena relación entre estos. El veterinario Juan Enrique Romero se encarga de abordar este tema y nos comparte algunos tips para lograr que estos animales puedan convivir sin problemas en nuestro hogar.
Una de las primeras recomendaciones tiene que ver con el primer encuentro entre ambos. Lo ideal es que el perro y el gato se conozcan siendo cachorros, algo que permitirá que se asimilen mejor y que el lanzo entre ellos sea fácil y fuerte desde pequeños. Eso garantizará una buena convivencia, aunque la mayoría puede conocerse ya de grandes y por eso te recomendamos tomar nota y poner en práctica los siguientes tips.
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- Planificar el primer encuentro: debe darse en un ambiente tranquilo y con la presencia del dueño. Poco a poco deben irse ambientando uno al otro.
- Perro entrenado: si el perro está entrenado para controlar sus acciones y temperamento, facilitará la relación desde un principio con el gato.
- Uso de feromonas: se recomienda su uso para facilitar la convivencia ya que disminuye las interacciones indeseables.
- Dividir sus alimentos: que cada mascota tenga su alimento en un lugar lejos del otro es ideal para evitar un motivo de pelea.
- Que el perro libere energía: mantener al perro en actividad y que pueda descargar su energía jugando, ayudará a que en el contacto con el gato esté más tranquilo y relajado.
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