Una alimentación balanceada permite un estado óptimo de salud, ya que debe cubrir las necesidades energéticas y de nutrientes esenciales del cuerpo, incluyendo proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua, según un informe de la Clínica Alemana de Chile.
Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señalan que una buena alimentación se trata en realidad de elegir constantemente alimentos y bebidas saludables. En este punto, hacen hincapié en que, con patrones de alimentación saludables, es posible disfrutar de alimentos y bebidas que reflejen sus preferencias, tradiciones culturales y presupuesto, además de beneficiar al organismo.
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Teniendo en cuenta estos datos, se entiende por qué los especialistas de la salud recomiendan a las personas mantener hábitos de alimentación balanceados, además de practicar alguna actividad física. Aquí es donde aparecen ciertas alternativas, la mayoría desprendidas de la medicina tradicional, que se basan en plantas, semillas, hierbas y raíces para reforzar nuestro cuerpo.
La espirulina es un extracto de alga ampliamente utilizado y recomendado. Actualmente, se encuentra en diversas presentaciones, formando parte de muchos suplementos vitamínicos. Este alimento tiene un bajo contenido calórico, pero aporta fibra, proteína, grasas omega 6 y omega 9, betacarotenos que son precursores de la vitamina A y minerales como hierro, calcio y fósforo, según la Academia Española de Nutrición y Dietética.
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La espirulina es muy utilizada para el cuidado de la salud. La mayoría de las personas la consume como suplemento nutricional, también para bajar de peso o en casos de desnutrición, estreñimiento, gastritis, colesterol alto y úlceras del tracto gastrointestinal, como antiinflamatorio y laxante, y por sus efectos antioxidantes, según describe la Universidad de Texas en El Paso.
De todos modos, como se señaló anteriormente, incluir a la espirulina en nuestra rutina de alimentación no es apto para todas las personas. Las personas con hemorragias o que hayan padecido ictus no deberían consumirla ya que esta posee un efecto anticoagulante. Además, quienes sean propensos a alergias en la piel deberían evitarla ya que puede provocar erupciones y picazón. Por lo tanto, la consulta con un médico debe existir siempre antes de cualquier cambio en nuestra alimentación.