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La salud digestiva en la infancia es un aspecto crucial que influye en el crecimiento y el bienestar general de los niños. Un sistema digestivo adecuado no sólo optimiza la absorción de nutrientes, sino que también afecta al sistema inmunológico y al bienestar emocional.
Durante la niñez, el aparato digestivo atraviesa cambios significativos, lo que resalta la importancia de una alimentación equilibrada y de la atención a las señales que emite el organismo. Fomentar hábitos saludables desde una edad temprana puede ser determinante en la prevención de trastornos digestivos a lo largo de la vida.
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Estrés y su impacto en la salud digestiva
El estrés es un factor que afecta a personas de todas las edades, incluidos los niños. En una entrevista con EL UNIVERSAL, el gastroenterólogo pediatra Rodrigo Vázquez, mencionó que, “los niños pueden experimentar estrés debido a cambios en su entorno, problemas familiares o desafíos sociales. Este estrés puede desencadenar síntomas digestivos, como dolor abdominal y alteraciones en las evacuaciones.”
Asimismo, agregó que la interconexión entre el cerebro, el intestino y la microbiota revela que las emociones influyen en la salud digestiva; por lo que la comprensión de esta relación es vital para abordar problemas que podrían surgir en el futuro.
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Alimentación y microbiota intestinal
Otro aspecto esencial de la salud digestiva en la infancia es la alimentación, pues el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados puede alterar negativamente la microbiota intestinal, que juega un papel fundamental en la digestión y el sistema inmunológico; por lo que el médico señaló que, “es necesario mantener una dieta equilibrada, rica en fibra, para favorecer una microbiota diversa y saludable.”
Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales, son fundamentales. Incluir estos alimentos en la dieta de los menores no solo promueve una buena salud digestiva, sino que también establece hábitos que pueden durar toda la vida. Involucrar a los niños en la preparación de comidas puede ayudar a que desarrollen una relación positiva con los alimentos.
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Hidratación y función digestiva
Aunado a ello, mencionó que la hidratación es un componente también esencial para el correcto funcionamiento del sistema digestivo, pues el agua es necesaria para la formación del bolo alimenticio y facilita el proceso digestivo en general.
“Hay que recordar, somos más del 60% de agua. Necesitamos obtener una adecuada cantidad de agua, porque esta se va filtrando, la vamos perdiendo, entonces tenemos que irla recuperando.Y para que se forme adecuadamente todo lo que es el bolo alimenticio, lo que es el bolo digestivo, necesitamos una buena cantidad de este líquido.”
También recalcó que mantener un adecuado nivel de hidratación no solo ayuda a prevenir el estreñimiento, sino que también contribuye a una digestión eficiente; por lo que se debe promover el consumo regular de agua y la inclusión de alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, en la dieta diaria de los niños.
Prácticas de higiene y su importancia
La higiene es otro aspecto esencial para prevenir trastornos digestivos, por lo que reveló que la correcta manipulación de alimentos y el lavado de manos son prácticas que deben enseñarse desde una edad temprana. La higiene adecuada reduce el riesgo de infecciones gastrointestinales, que pueden tener un impacto significativo en la salud digestiva.
Los niños deben ser instruidos sobre la importancia de lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño. Además, la preparación adecuada de los alimentos es fundamental para evitar la contaminación.
¿Cómo sé que un niño presenta problemas digestivos?
El gastroenterólogo añadió que es es esencial que los padres estén atentos a las señales que pueden indicar problemas digestivos en sus hijos. Cambios en la frecuencia y consistencia de las evacuaciones, episodios de dolor abdominal y síntomas como vómito o distensión abdominal son indicadores de que podría haber un trastorno digestivo.
En caso de observar estos síntomas, recomendó consultar a un especialista en salud infantil, ya que un diagnóstico adecuado puede prevenir complicaciones y facilitar una recuperación efectiva.
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Uso de antibióticos y su impacto en la microbiota
Además, el doctor dijo que es importante que no se automedique a ningún niño que llegue a presentar problemas digestivos, ya que el uso de antibióticos en la infancia debe ser cuidadosamente considerado, pues aunque son efectivos para tratar infecciones, su uso excesivo puede afectar negativamente la microbiota intestinal.
“Todos tenemos una microbiota en todo nuestro cuerpo, tanto en la piel, como en el tracto gastrointestinal, tracto respiratorio, tracto genitourinario, pero el sitio donde más abundan, más del 80 por ciento de esta microbiota, se encuentra a lo largo del tracto gastrointestinal. Cuando yo ingiero un antibiótico, pues tiene la posibilidad de generar un efecto adverso, es decir, al no ser selectivo sobre la infección o matar a las bacterias que están causando la infección, pueden matar las bacterias de la misma microbiota, lo que puede producir eventos adversos.”
Este efecto adverso puede llevar a una condición conocida como disbiosis, que se refiere a un desequilibrio en la microbiota, por lo que recalcó que es fundamental que los antibióticos sean prescritos por un profesional de la salud y que su uso se limite a situaciones donde realmente son necesarios.
Importancia de los probióticos
Por último, agregó que los probióticos juegan un papel significativo en la salud digestiva de los niños. Estos microorganismos beneficiosos pueden ayudar a prevenir y tratar ciertas condiciones digestivas. Su uso debe ser considerado bajo la orientación de un profesional de la salud.
La educación sobre la salud digestiva desde una edad temprana puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los niños a lo largo de su desarrollo. Inculcar hábitos saludables, promover una alimentación equilibrada y asegurar un ambiente de apoyo emocional son pasos necesarios para garantizar una salud digestiva óptima.
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