El pasado 26 de diciembre, Leobardo Ávila Bojórquez, director de , informó que la aerolínea prevé cerrar el 2024 con 382 mil pasajeros transportados. Asimismo, afirmó que en los próximos tres años sumará 20 aviones de origen brasileño a su flota.

“Mexicana será el único operador de este tipo de aeronaves, los cuales, en el transcurso de tres años conformarán una flota de 20 aviones nuevos, modernos, eficientes, seguros, que nos permitirán incrementar las capacidades operativas”, dijo.

Salinas Pliego evalúa inversión del Estado en Mexicana de Aviación

Ante ello, el empresario dio su opinión al respecto, calificando la inversión de “pésima”, pues “todas las aerolíneas mexicanas han quebrado en diferentes momentos, sin lograr demostrar rentabilidad a largo plazo”.

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Aunado a ello, dio seis puntos por los que la aerolínea podría “quebrar”,

1. Como un negocio internacional

Calificación: Pésima.

“A nivel mundial, existen miles de aerolíneas, pero solo una o dos logran ser rentables, y sus márgenes son mínimos siendo empresas privadas”, señaló.

2. Como un negocio nacional

Calificación: Pésima.

“Históricamente, todas las aerolíneas mexicanas han quebrado en diferentes momentos, sin lograr demostrar rentabilidad a largo plazo”, expresó.

3. Como operador específico

Calificación: Pésima.

“Mexicana de Aviación carece de los recursos humanos, sistemas y experiencia necesarios para operar eficientemente”, indicó.

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4. El alto costo de oportunidad

Calificación: Muy alto.

“En un contexto donde los servicios que presta el Estado mexicano enfrentan enormes deficiencias, especialmente en temas como la seguridad pública, resulta incomprensible (una estupidez) destinar (tirar) recursos a una aerolínea que no funciona ni funcionara, con la única intención de empujar un aeropuerto que está construido sólo la mitad y que si se utilizara tanto como nos lo han hecho creer, ya hubieran tenido que construir la otra mitad”.

5. Riesgos de seguridad y vidas humanas

Calificación: Muy insegura.

“Operar una aerolínea conlleva altos riesgos, donde las vidas de miles de pasajeros y personas en tierra están en juego […] ¿El Estado está realmente preparado para asumir la responsabilidad en caso de un desastre?”.

6. Problemas estructurales del negocio de la aviación

Calificación: Alto riesgo.

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Alta intensidad de capital: Requiere inversiones constantes y elevadas.

Dependencia al costo del combustible: Altamente volátil e impactado por impuestos elevados.

Sindicatos abusivos: Pilotos, sobrecargos y personal de tierra frecuentemente presionan con demandas insostenibles.

Gestión inexperta: A cargo de militares sin experiencia en el sector.

Dueño (el Estado): Historial probado de incapacidad para gestionar negocios y un altísimo índice de corrupción e impunidad.

Corrupción: Ampliamente propenso a que se utilice este tipo de "negocios", para colocar familiares y allegados en puestos claves para desviar recursos y seguir enriqueciéndose a costa del pueblo.

Finalmente, el fundador de Grupo Salinas dio sus conclusiones, considerando como “inaceptable” dicha inversión. “Debe ser inaceptable, para los ciudadanos, mantener estos negocios (caprichos) ruinosos y corruptos, cuando el Estado ni siquiera garantiza los servicios básicos como la seguridad, la educación y los servicios de salud”.

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