Se acerca el Día de Reyes y los niños se preparan para recibir los juguetes que colocaron en su lista de deseos. Sin embargo, dicta la tradición, solamente quienes se portaron bien tendrán sus obsequios.
Por el contrario, aquellos que se portaron mal encontrarán un trozo de carbón. Este es un “castigo” que tanto los Reyes Magos como Santa Claus emplean para incentivar a que los pequeños del hogar mejoren sus comportamientos.
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Año tras año, el carbón navideño se convierte en una de las bromas más comunes para hacer a los niños con motivo del Día de Reyes. Consiste en colocar un poco de este dulce en el árbol de Navidad, en el zapato o cualquier lugar hayan dejado su carta.
Se trata de una inocente broma en la que padres y madres participan. Y así como es divertida de hacer, resulta sumamente sencilla a la hora de preparar, por ello aquí te damos la receta:
Ingredientes:
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Preparación:
Para el jarabe (glasa) que se solidificará: colocar la clara de huevo, el jugo de limón y la taza de azúcar glas, revolver hasta que quede con una consistencia espumosa. De esta mezcla se debe apartar media taza para pintarla con colorante negro.
El segundo paso es elaborar el almíbar: en una olla, añadir el agua y azúcar normal, una vez que hierve se agrega la glasa que fue pintada con el colorante. Dicha mezcla deberá hervir por al menos 15 minutos; cuando reduzca su espuma y enfríe habrá quedado un bloque de “carbón”.
Finalmente, se debe partir el “bloque” en pequeños trozos para simular que es el carbón que dejan los Reyes Magos. Este dulce tiene una caducidad aproximada de 5 días, siempre y cuando se conserve en condiciones adecuadas.
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