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Entre las alertas que rodean a la alimentación de las personas se encuentra el consumo de sal. Este condimento es uno de los más utilizados a nivel mundial pero su contenido de sodio y un consumo en exceso traen serias consecuencias para la salud y es por ello que se alienta a controlarla.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo excesivo de sal tiene como resultado miles de accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio y muertes prematuras. Por lo tanto, la recomendación de estos organismos es reducir su consumo y solicitan a los gobiernos implementar campañas en este sentido.
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Un reemplazante para la sal
La sal es un ingrediente de uso diario en la alimentación de las personas y poco a poco se va tomando conciencia de la importancia de quitarla de la mesa. En este marco, la Organización Mundial de la Salud recomienda que su consumo no exceda los 5 gramosdiarios y alienta a buscar alternativas para condimentar nuestras comidas y que sean menos perjudiciales.
Al respecto, existe una sustancia que realza el sabor de las comidas sin sodio y que es considera como el reemplazante ideal de la sal. Se trata del glutamato monosódico, un potenciador del sabor que a menudo se añade a la comida de restaurantes, las verduras enlatadas, las sopas, las carnes procesadas y otros alimentos, según un informe del Instituto Mayo Clinic.
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El glutamato monosódico aporta una cantidad mucho menor de sodio que la sal por lo que es una buena opción para incluir en nuestra alimentación y cuidar de nuestra salud. Sobre este producto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos lo clasifica como un ingrediente alimentario generalmente reconocido como seguro, pero advierte que su uso se sigue debatiendo, por lo que antes de utilizarlo se recomienda la consulta con el médico de cabecera.
La dietista Katherine Zeratsky señala que el glutamato monosódico se utiliza como aditivo alimentario desde hace muchos años y algunas personas pueden manifestar síntomas como dolor de cabeza, enrojecimiento, sudoración, presión en la cara, entumecimiento, latidos del corazón rápidos y debilidad. Ante esto, aclara que estos síntomas a menudo son leves y no requieren tratamiento.