Benedicto tiene origen latín como “bene dicto”, que significa “bien dicho”. Cuando se aplica a una persona, se traduce a “de quien bien se habla” o “bendecido”.
Este nombre cuenta con una simbología especial dentro del Vaticano , pues los papas que lo usaron destacan por su sabiduría.
Joseph Ratzinger fue una de las mentes más brillantes dentro del Vaticano. Como teólogo, siempre fomentó el aprendizaje y estudio para profesar la palabra religiosa, así como algunos de sus predecesores.
Cuando dejó de ser cardenal tras el cónclave de 2005, Ratzinger se inspiró en Giacomo della Chiesa para elegir su nombre de Santo Padre. Della Chiesa fue el papa Benedicto XV .
Desde sus 15 años, Giacomo della Chiesa quiso prepararse en la rama religiosa, pero su padre lo prohibió, exigiéndole tener una educación laica previa. En cuanto el joven italiano obtuvo su doctorado en Leyes, empezó su formación sacerdotal.
Destacó dentro de la Iglesia por sus habilidades diplomáticas adquiridas en la preparación laica. Tardó mucho en recibir su nombramiento como cardenal de Bolonia, y justo lo obtuvo cuando comenzaron las tensiones de la Primera Guerra Mundial .
Plana de EL UNIVERSAL del 15 de agosto de 1917, con el aviso sobre las proposiciones de Benedicto XV para alcanzar la paz internacional. Foto: Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Tras la muerte del papa Pío X en 1914, el cónclave optó por elegir a un cardenal que comprendiera problemas entre gobiernos y sociedades. Así, Giacomo della Chiesa se convirtió en el Santo Pontífice bajo el nombre de Benedicto XV , a pesar de sólo tener tres meses con el nombramiento de cardenal.
Tras varias declaraciones e intentos por detener la guerra, en 1917, Della Chiesa emitió una planificación política para terminar con el conflicto. Su escrito se malinterpretó y tuvo comentarios de rechazo; incluso los franceses e italianos le apodaron “papa alemán”.
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En el periodo post guerra, Benedicto XV se opuso al modernismo teológico, que analizó a la religión como resultado de instituciones humanas, sin raíces divinas. Su oposición se parece a la confrontación que tuvo Joseph Ratzinger contra la Teología de la Liberación y las posturas humanistas.
Su tiempo en el Vaticano fue poco, pues fallece en 1922, pero su legado marcó la apertura diplomática que debe tener la institución católica.
Retrato de Giacomo della Chiesa como Benedicto XV. En el territorio de Constantinopla – hoy ciudad de Estambul – se erige una estatua su honor por ser “el gran papa de la tragedia mundial”. Se le consideró el benefactor de todos, sin importar nacionalidad o religión. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Cuando Giacomo della Chiesa eligió su nombre de Santo Padre, lo hizo en honor a Prospero Lambertini, papa Benedicto XIV y también cardenal de Bolonia.
En 1740, después de un cónclave que duró casi seis meses, se nombró a Prospero Lorenzo Lambertini como Sumo Pontífice. Usó el nombre de Benedicto XIV en honor a su protector y amigo, Benedicto XIII.
La influencia de Lambertini, una vez que toma la silla de San Pedro, se apegó a las corrientes de la Ilustración. Benedicto XIV era un reformista que difundió los mayores dogmas eclesiásticos, pero con una presentación mucho más racional y cercana a la mente del siglo XVIII.
Benedicto XIV mejoró la preparación intelectual de los sacerdotes y fomentó las ciencias prácticas. En palabras del marqués de Caracciolo, primer biógrafo del papa, Lambertini logró que se “enseñara la mejor filosofía, y se vio desaparecer a Aristóteles para dar su lugar a Newton”.
Como Santo Padre, tuvo buenas relaciones con mentes no católicas. Compartió pensamientos con altas figuras protestantes y también con filósofos humanistas.
Fue Lambertini, en su periodo como Santo Padre, quien proclamó el patronato de la Virgen de Guadalupe sobre el territorio de la Nueva España, lo cual permaneció incluso después de la consumación de la Independencia de México. La pintura se atribuye a Miguel Cabrera, quien pintó una representación enciclopédica de la proclamación pontificia. Foto: Museo Soumaya/Fundación Carlos Slim (tomada de internet).
De un debate que sostuvo con Voltaire , una de las principales mentes de la Ilustración, Benedicto XIV demostró que la Iglesia no podía continuar con una postura defensiva ante la pérdida de creyentes, pues la mejor vía para acercarlos era a través de los argumentos racionales.
Su papado terminó con su muerte en 1758, siendo uno de los papas con mayor interés por el conocimiento dentro del Vaticano.
La ideología que tuvo Benedicto XIV discrepa de la visión de Joseph Ratzinger, quien tildó como patologías de la mente a las corrientes liberales. Por eso encontró más similitud con Benedicto XV, a quien admiró por su labor durante la Primera Guerra Mundial.
A Joseph Ratzinger, durante el papado de Juan Pablo II, se le apodó de forma clandestina como “el cardenal Panzer”. El tanque Panzer fue un vehículo de asalto militar de alto poder usado por los nazis durante las ofensivas armadas en la Segunda Guerra Mundial. Ratzinger era un férreo defensor de la doctrina católica, conocido por sus escritos y estudios teológicos conservadores. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Aun así, los tres papas apreciaron diferentes etapas del conocimiento, siempre en busca de la protección y prevalencia de la fe. Destacaron el “bien dicho” que les dio su nombre religioso.
Fuentes:
Hemeroteca EL UNIVERSAL
San José Vázquez, E. (2019). Benedicto XIV, lector de Feijoo: un episodio de la recepción italiana del teatro crítico universal. En Revista de Historia Moderna.
Santa Sede – Página Web
Relatos e Historias en México – Página Web
Habermas, J. & Ratzinger, J. (2006) Dialéctica de la secularización. Sobre la razón y la religión.
McGonigle, T. & Quigley, J. (1996). A History of the Christian Tradition: From the Reformation to the present.