Los beneficios para la salud que encontramos en muchos alimentos se deben a su contenido de vitaminas, fibra, proteínas y minerales como el hierro, potasio y magnesio, entre otros. Se trata de nutrientes que encontramos principalmente en los alimentos de origen natural y que deben estar presentes en nuestra alimentación.
Estos nutrientes cumplen un rol específico en la tarea de proteger nuestra salud, por lo que algunos de ellos impactan más en nuestra energía, otros en el corazón, el cerebro, los músculos y en los sistemas que intervienen en el funcionamiento de todo el organismo.
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Hierro y salud cardiovascular
Si nos centramos en la salud del corazón, la Organización Panamericana de la Salud informa que cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Además, especifica que el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular aumenta por una alimentación poco saludable, la cual se caracteriza por un bajo consumo de frutas y verduras y un consumo elevado de sal, azucares y grasas.
En este punto, el hierro se destaca como un mineral muy importante para la salud del corazón. El Instituto Mayo Clinic señala que el hierro ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos que se encargan de transportar oxígeno a los tejidos corporales, pero cuando hay cantidad insuficiente de glóbulos rojos existe la posibilidad de que el cuerpo no pueda oxigenarse bien para mantenerse sano y eso impacta también en el corazón.
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Cuidar la salud de nuestro corazón a través del hierro es posible gracias a la alimentación ya que existen diversas fuentes como la carne y algunos productos de origen no animal. En este punto, resulta importante remarcar que existen dos tipos de hierro, hemo y no hemo. El primero se obtiene de los animales (pollo, res y pescado) y el segundo de los vegetales.
El mejor hierro para cuidar nuestra salud es el de origen animal ya que, según la Fundación Española del Corazón, el cuerpo absorbe entre el 15 y el 40 por ciento del consumido y no es afectado por otros factores dietéticos. Mayo Clinic destaca entre estos alimentos a la carne roja y magra (especialmente la carne de res), carne de aves, carnes rojas oscuras, salmón y atún.
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