Al momento de comprar , muchas personas se preguntan si el color de la cáscara influye en la calidad, el sabor o el valor nutricional del producto. Según Ken Klippen, presidente de la National Association of Egg Farmers, la única diferencia entre los huevos marrones y los blancos es el color de la cáscara. Este cambio de color no afecta ni el sabor ni los nutrientes del huevo.

¿Por qué los huevos tienen diferentes colores?

El está determinado por la raza de la gallina. Las gallinas de plumas oscuras o lóbulos de orejas oscuros tienden a poner huevos marrones, mientras que las gallinas de plumas claras o lóbulos de orejas claros ponen huevos blancos. El pigmento protoporfirina IX, que proviene de las gallinas de plumas oscuras, es el responsable del color marrón de la cáscara. A pesar de este proceso de pigmentación, los nutrientes y el sabor de los huevos permanecen iguales sin importar el color de la cáscara.

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¿Qué factores debo tener en cuenta al comprar huevos?

Aunque el color de la cáscara no tiene un impacto significativo, hay otros factores importantes a considerar al elegir huevos:

  • Huevos de corral

Estos huevos provienen de gallinas que tienen acceso ilimitado a alimentos, agua y espacios al aire libre. Las gallinas de corral pueden deambular libremente y generalmente se consideran más felices y saludables, lo que puede traducirse en una mejor calidad de vida para las aves.

  • Huevos sin jaula

Los huevos etiquetados como "sin jaula" provienen de gallinas que también tienen acceso ilimitado a comida y agua, además de espacio suficiente para moverse. Sin embargo, no necesariamente tienen acceso al aire libre.

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  • Huevos enriquecidos con Omega-3

Estos huevos provienen de gallinas alimentadas con una dieta rica en linaza, que contiene ácidos grasos omega-3. Aunque estos huevos tienen un mayor contenido de omega-3 en comparación con los huevos normales, aún contienen menos omega-3 que una porción de pescado.

  • Huevos orgánicos

Los huevos orgánicos provienen de gallinas alimentadas con una dieta totalmente orgánica y suelen tener acceso al aire libre. Estos huevos no contienen pesticidas ni antibióticos, lo que los convierte en una opción más natural y posiblemente más saludable.

Independientemente del tipo de huevo que elijas, la frescura es crucial. Según Klippen, los huevos frescos tienen una mejor textura y son más esponjosos cuando se cocinan, en comparación con los huevos más viejos que tienden a desinflarse. Aunque las pruebas de sabor muestran que la mayoría de las personas no pueden distinguir fácilmente entre un huevo fresco y uno viejo, la frescura sigue siendo un factor importante para la calidad culinaria.

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