Texto: Raúl J. Fontecilla
Hay ocasiones en que dos situaciones pasan a la historia porque a pesar de ser por completo diferentes, las causas de esas diferencias son eventos o acciones decisivos tomados en breves instantes. Tal fue el caso del incidente el sábado 7 de mayo y el accidente del 31 de octubre de 1979, ambos en el aeropuerto de la CDMX.
En el primero de los casos un avión ocupaba la pista donde pretendía aterrizar hace unos días otra aeronave; mientras que en el segundo, los arreglos de la pista y la falta de atención del piloto, pese a varias advertencias de su errática trayectoria, provocaron un fatal desenlace.
Esta fue la parte más grande de la aeronave que por un error de pilotaje se estrelló al aterrizar en el AICM a las 5:44 horas de la madrugada del miércoles 31 de octubre de 1979. Archivo EL UNIVERSAL.
Hasta hoy, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ( AICM ) tiene en su historia una sola catástrofe aérea: el choque del avión DC-10 de la Western Airlines al aterrizar en una pista cerrada por reparaciones, pese a indicaciones de la Torre de Control.
Este récord de más de 40 años sin accidentes se mantiene a flote por poco. El fin de semana pasado, justo en el AICM, personal en tierra observó preocupado la trayectoria de un Airbus A320 que llegaba desde Mazatlán y se preparaba para aterrizar.
El piloto fallecido, un sobrecargo y una pasajera sobrevivientes fueron las personas que destacaron en la primera plana de este diario el 1 de noviembre posterior al accidente. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Para alguien que haya presenciado el accidente de 1979, atestiguar lo anterior podría haber sido como “ver un fantasma”, pues también aquella ocasión los controladores aéreos notaron un grave riesgo en la trayectoria de aterrizaje de un avión de pasajeros.
Este sábado, el escenario fue el mejor posible. Ante la presencia de tráfico en la pista a la que se dirigía el Airbus llegado desde Mazatlán, se emitieron advertencias que el piloto logró aprovechar en sus maniobras para evitar colisiones.
Al AICM por la tragedia aérea de 1979 llegaron brigadas de rescate para recuperar los cuerpos de más de 70 víctimas mortales que se registraron en las primeras horas tras el choque del aterrizaje. Archivo EL UNIVERSAL.
Por otro lado, coincidiendo con el amanecer del 31 de octubre del 79, a las 05:44 am, el piloto Charles Gilbert, de 53 años, no tuvo éxito en alejarse de la pista 23 Izquierda, pese a que se le corrigió el rumbo tres veces. Se especuló si acaso era zurdo, y por ello tardó en dirigirse a la pista indicada, la 23 Derecha.
La magnitud del accidente fue tal que Jim Level, jefe de pilotos de la compañía norteamericana, viajó a México para identificar los cadáveres del primero y segundo oficiales de la nave accidentada. Los observa el reportero de EL UNIVERSAL. Archivo EL UNIVERSAL.
Con una velocidad de entre 250 y 300 km/h, el DC-10 impactó primero fuera de la 23 Izquierda, Gilbert intentó levantar el vuelo de nuevo y logró virar a la derecha, pero impactó con un camión de volteo cuyo conductor falleció y tras lo cual el avión perdió el tren de aterrizaje delantero, con lo cual inició el fuego.
En un lapso de tres o cuatro segundos, según explico a EL UNIVERSAL Luis Pasquel, subgerente de la Western Airlines, la potencia del motor fue insuficiente para que el piloto lograra levantar la nave, un ala se estrelló contra la sala de móviles del aeropuerto y “dando raros tumbos” se estrelló contra un edificio tras un giro de 180 grados. Ahí quedó parte de la aeronave “y el resto se desintegró desparramándose”.
Automóviles, vialidades y casas aledañas al AICM se vieron afectados por el accidente aéreo del 31 de octubre de 1979. Archivo EL UNIVERSAL.
El saldo fue de 17 sobrevivientes, de las 89 personas que sumaban tripulación y pasajeros. Vialidades y casas en espacio de un kilómetro se vieron afectadas por fragmentos del avión y los vuelos se detuvieron por 8 horas, hasta que bomberos, paramédicos y civiles voluntarios del interior del AICM y de la colonia Peñón de los Baños despejaron las pistas.
Se estima que entre las víctimas mortales del accidente en el AICM de 1979, once de trece miembros de la tripulación fallecieron al momento de estrellarse el DC-10 de la Western Airlines. Archivo EL UNIVERSAL.