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Los baños de hielo, una práctica que ha ganado popularidad entre atletas y aficionados al bienestar, prometen múltiples beneficios, desde mejorar la recuperación muscular hasta fortalecer el sistema inmunológico.
Pero, ¿qué tan efectivos son realmente? El deportista holandés holandés Wim Hof, apodado "El Hombre de Hielo" ha comenzado a arrojar luz sobre los efectos de esta práctica, conocida también como crioterapia.
La crioterapia, derivada del griego krýos (frío helado), incluye métodos como la aplicación de hielo, duchas frías, inmersión en agua fría y la crioterapia de cuerpo entero. Aunque se promociona por sus beneficios, los estudios científicos ofrecen resultados mixtos. Un estudio del método Wim Hof, que combina agua fría, respiración y meditación, no mostró mejoras significativas en la salud. En cuanto a la recuperación deportiva, la crioterapia puede aliviar el dolor y la hinchazón, pero su uso prolongado podría retrasar la recuperación, según el Dr. Andrew Jagim.
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Algunos estudios sugieren que las duchas frías podrían fortalecer el sistema inmunológico, como uno que mostró una reducción del 29% en ausencias por enfermedad entre trabajadores que se exponían al agua fría al final de sus duchas. Sin embargo, la falta de seguimiento de marcadores inmunológicos dificulta interpretar estos resultados, por lo que se necesita más investigación. En cuanto a la salud mental, los baños de hielo podrían mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad, aunque los estudios actuales son pequeños y requieren más investigación para confirmar estos efectos.
¿Hay riesgos?
A pesar de los beneficios, los baños de hielo también conllevan ciertos riesgos si no se realizan adecuadamente. Entre los peligros potenciales se encuentran:
- Hipotermia: La exposición prolongada al frío extremo puede llevar a una disminución peligrosa de la temperatura corporal, lo que puede causar hipotermia. Es esencial limitar la duración de los baños de hielo y asegurarse de hacerlo en un entorno controlado.
- Problemas cardiovasculares: Las personas con problemas cardíacos o de presión arterial deben tener cuidado con la crioterapia, ya que la exposición al frío puede causar una constricción de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la presión arterial y puede provocar problemas cardíacos.
- Daño a los nervios y tejidos: El frío extremo puede dañar los tejidos si la exposición es demasiado prolongada. Es crucial asegurarse de que la temperatura del agua esté en el rango adecuado y de no exceder el tiempo recomendado.
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Los baños de hielo pueden ofrecer varios beneficios para la recuperación muscular, el sistema inmunológico y la salud mental. Sin embargo, es esencial practicarlos de manera responsable, teniendo en cuenta los riesgos asociados. Si bien esta práctica se ha convertido en un ritual para muchos atletas y entusiastas del bienestar, no es adecuada para todos, especialmente para aquellos con afecciones de salud preexistentes. Como con cualquier terapia, es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de incorporar los baños de hielo a tu rutina.