La enterogermina, un probiótico de uso humano, se ha convertido en una opción interesante para tratar problemas intestinales en gatos, como diarrea y disbiosis. Aunque diseñada específicamente para humanos, su acción probiótica puede beneficiar a los felinos, siempre que se administre de manera adecuada y bajo supervisión veterinaria.
Laura García Ortiz, Veterinaria especializada en medicina felina, explica que la enterogermina contiene esporas de Bacillus clausii, bacterias resistentes a numerosos antibióticos. Estas esporas atraviesan el tracto digestivo sin daño, llegando al intestino para transformarse en células activas que ayudan a restaurar la flora intestinal y a sintetizar vitaminas del grupo B. Su acción promueve la salud digestiva, combatiendo bacterias nocivas y fortaleciendo el sistema inmunológico.
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Usos en gatos
La especialista explica que este probiótico se utiliza principalmente para tratar:
- Diarreas por cambios de dieta, estrés o infecciones bacterianas, virales o parasitarias.
- Disbiosis intestinal provocada por tratamientos con antibióticos, enfermedades o intoxicaciones alimentarias.
- Problemas digestivos crónicos, especialmente en gatos mayores o inmunosuprimidos.
Si bien es preferible utilizar probióticos específicos para gatos, como FortiFlora®, la enterogermina puede ser una alternativa. La dosis recomendada es de una ampolla al día durante cinco días consecutivos, asegurando que no coincida con la administración de antibióticos.
Se administra por vía oral, directamente en la boca del gato. En algunos casos, se puede mezclar con alimentos, pero el sabor puede generar rechazo.
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La enterogermina rara vez genera efectos secundarios. Sin embargo, no se debe administrar si el gato tiene alergia a alguno de sus componentes. Además, no debe mezclarse con el antibiótico para evitar interferencias en su efectividad. Siempre es fundamental consultar con un veterinario antes de administrarlo, para garantizar la seguridad y efectividad del tratamiento.