El aceite de oliva, conocido como un “oro líquido” por sus múltiples beneficios para la salud humana, también puede tener efectos positivos en la vida de nuestras mascotas. Rico en antioxidantes, ácidos grasos y vitaminas, este ingrediente común de la dieta mediterránea puede convertirse en un aliado para la salud canina, pero no está exento de riesgos si no se usa de manera adecuada.
El aceite de oliva, según Cristina Pascual, Veterinaria, contiene ácido oleico, un tipo de grasa saludable que puede mejorar la piel y el pelaje de los perros, manteniéndolos hidratados y brillantes. Además, es rico en vitamina E y antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento celular y refuerzan el sistema inmunológico.
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Otro beneficio del aceite de oliva es su capacidad para promover una digestión saludable. En perros con problemas de estreñimiento, una pequeña cantidad puede actuar como un laxante natural, ayudando al tránsito intestinal. También puede ser útil para controlar el peso, ya que contribuye a la quema de grasas, siempre y cuando se administre en las dosis adecuadas.
Usos del aceite de oliva en perros
- Mejorar la salud del pelaje y la piel: Su aplicación tópica o inclusión en la dieta puede tratar problemas como la dermatitis atópica o la sarna.
- Prevenir enfermedades: Sus antioxidantes ayudan a combatir el envejecimiento celular y enfermedades asociadas al estrés oxidativo.
- Aliviar el estreñimiento: Lubrica el tracto intestinal, facilitando la evacuación.
Cómo administrarlo
Es recomendable usar aceite de oliva virgen extra y añadirlo a la dieta diaria del perro:
- Perros pequeños (hasta 10 kg): ½ cucharadita al día.
- Perros medianos (11-30 kg): 1 cucharadita al día.
- Perros grandes (más de 30 kg): 1 ½ cucharadas al día.
Para perros que consumen alimento comercial, se puede añadir directamente al pienso o buscar productos que ya lo incluyan. Si el perro tiene una dieta casera, el aceite de oliva puede ser una fuente saludable de grasa.
Contraindicaciones
Aunque es un complemento saludable, no todos los perros toleran el aceite de oliva. En exceso, puede causar diarrea o vómitos. Además, perros con enfermedades como pancreatitis o problemas hepáticos deben evitar su consumo, ya que su alto contenido graso puede empeorar estas condiciones.
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Es esencial consultar con un veterinario antes de agregarlo a la dieta de tu mascota, especialmente si tiene antecedentes de enfermedades o si está bajo un régimen alimenticio especial.