Adoptar un perro es mucho más que dar un hogar a un animal sin familia: es un acto de amor que transforma tanto la vida del nuevo integrante como la de quienes lo reciben. Sin embargo, este hermoso gesto también requiere preparación, paciencia y compromiso para garantizar que el perro se sienta seguro y amado, especialmente en su primera noche en casa, que puede ser un momento de adaptación crucial.
Cada año, millones de perros esperan en refugios por una segunda oportunidad. Al adoptar, no solo se brinda un hogar a un animal que lo necesita, sino que se promueve la tenencia responsable y se lucha contra el abandono. Los perros adoptados suelen ser increíblemente agradecidos y crean lazos profundos con sus nuevas familias, devolviendo con creces el amor que reciben.
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Para que la transición sea lo más cómoda posible, María Besteiros, auxiliar técnico veterinario y peluquera canina y felina, manifiesta que es fundamental preparar el hogar antes de recibir al perro:
El primer día en su nuevo hogar puede ser confuso para el perro. Seguir estos consejos ayudará a que se sienta más cómodo:
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Es común que los perros lloren la primera noche, especialmente los cachorros. Este comportamiento refleja inseguridad o miedo. En lugar de ignorarlo, atiende a tu nuevo amigo con calma y cercanía, permitiendo que se sienta acompañado. Adoptar un perro es el comienzo de una relación única y especial. Aunque los primeros días puedan requerir paciencia, el vínculo que se crea con un animal rescatado es profundamente gratificante. Con amor, cuidado y comprensión, el nuevo integrante se adaptará y llenará el hogar de momentos inolvidables.