Las manos frías son un síntoma que muchas personas experimentan sin importar la actividad que estén realizando. Aunque en algunos casos puede ser una simple respuesta del cuerpo a las bajas temperaturas, en otros, podría estar indicando un problema subyacente más serio relacionado con la salud. Es importante prestar atención a este síntoma y conocer sus posibles causas para determinar cuándo es necesario acudir al médico.
El enfriamiento de las manos suele ser un mecanismo natural del cuerpo para regular la temperatura. En situaciones de frío extremo, el cuerpo disminuye el flujo sanguíneo a las extremidades para conservar calor en los órganos vitales. Sin embargo, cuando las manos frías persisten sin relación con la temperatura ambiente, podría ser un indicio de una condición médica.
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Una de las razones más comunes para tener manos frías de manera recurrente es el Síndrome de Raynaud, según la doctora Maya Gracia, especialista en Medicina Vascular. Este trastorno afecta la microcirculación de los dedos, impidiendo que la sangre fluya correctamente a los capilares. Durante los episodios de Raynaud, los dedos pueden cambiar de color, volviéndose blancos o azulados debido a la falta de oxígeno. Aunque en la mayoría de los casos este síndrome es benigno, es importante monitorear los síntomas para evitar complicaciones.
Otras afecciones relacionadas con una mala circulación que pueden provocar manos frías incluyen la esclerodermia, lupus y la enfermedad de Buerger. Todas ellas afectan los vasos sanguíneos y reducen el flujo de sangre a las extremidades, lo que puede causar no solo frío en las manos, sino también dolor y cambios en la piel.
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Además de los problemas circulatorios, las manos frías pueden ser un síntoma de trastornos autoinmunes, como el lupus y el síndrome de Sjögren, que afectan a múltiples sistemas del cuerpo, según detallan desde Mayo Clinic. También pueden relacionarse con enfermedades como la anemia, en la que la falta de glóbulos rojos impide que el oxígeno llegue adecuadamente a las extremidades.
Asimismo, condiciones que afectan los nervios, como las compresiones cervicales, pueden causar que las manos se sientan frías, entumecidas o con hormigueo. Los pianistas, mecanógrafos y trabajadores que utilizan herramientas de vibración son más propensos a desarrollar problemas nerviosos que afectan la circulación en las manos.
Si las manos frías vienen acompañadas de otros síntomas, como cambios de color, entumecimiento, llagas o piel tensa, es crucial buscar atención médica. Estos signos pueden indicar problemas más graves con el flujo sanguíneo o los nervios, que requieren un diagnóstico y tratamiento especializado. Por ejemplo, la aparición de llagas o cambios en la piel pueden sugerir una afección como la esclerodermia o la enfermedad de Buerger, ambas condiciones que necesitan seguimiento médico.