Las costras en la piel de los pueden ser un motivo de preocupación para los dueños, ya que son un signo visible de que algo no está bien en su salud dermatológica. Aunque las causas de estas lesiones pueden variar, desde simples heridas hasta infecciones graves o enfermedades crónicas, según Laura García Ortiz, Veterinaria especializada en medicina felina, es importante actuar rápidamente para evitar complicaciones.

Las costras de los gatos pueden aparecer por diversas razones. Fuente: Freepik.
Las costras de los gatos pueden aparecer por diversas razones. Fuente: Freepik.

Principales causas de las costras en los gatos:

  • Pénfigo foliáceo: Es una enfermedad autoinmune rara, en la que el propio sistema inmunitario del gato ataca la piel, provocando costras, ampollas y alopecia. El tratamiento requiere inmunosupresores, como la prednisolona y aunque no es curable, sí puede controlarse con medicamentos.

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  • Infecciones bacterianas: Los gatos pueden desarrollar costras debido a abscesos causados por mordeduras o heridas. Estas infecciones, al acumular pus y secarse, forman costras. En estos casos, se requiere tratamiento con antibióticos y el drenaje del absceso.
  • Tiña: Es una infección por hongos que también puede provocar costras y es contagiosa tanto para otros animales como para humanos. Se trata con antifúngicos y desinfección del entorno.
  • Parasitosis: Los parásitos, como los ácaros, pueden causar daños en la piel, resultando en costras y picazón intensa. El tratamiento incluye el uso de antiparasitarios.
  • Dermatitis miliar: Una reacción alérgica o hipersensibilidad puede causar pequeñas costras y picazón en la piel del gato. Es importante identificar la causa, como alergias alimentarias o picaduras de pulgas, para aplicar el tratamiento adecuado.
Las costras de los gatos pueden aparecer por diversas razones. Fuente: Freepik.
Las costras de los gatos pueden aparecer por diversas razones. Fuente: Freepik.

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Tratamiento

Si notas costras en tu gato es crucial acudir a un . Dependiendo de la causa, el tratamiento puede incluir antibióticos, antifúngicos, antiparasitarios o medicamentos inmunosupresores. Recuerda que una buena prevención, como un calendario de desparasitaciones y el control del ambiente, puede evitar muchas de estas afecciones.


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