El comportamiento de un gato que se rasca excesivamente puede ser motivo de preocupación para muchos dueños de mascotas. Este hábito puede indicar problemas subyacentes que van desde alergias hasta parásitos. María Besteiros, auxiliar técnico veterinario y peluquera canina y felina, comparte sus recomendaciones sobre cómo abordar este problema y garantizar la salud y el bienestar de tu felino.
El picor en los gatos puede deberse a alergias alimentarias, que también pueden causar síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea, problemas respiratorios, enrojecimiento de la piel e inflamación. Es crucial identificar y eliminar el alimento causante de la alergia para resolver el problema.
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Los parásitos externos, especialmente las pulgas, son una causa frecuente de picazón en gatos. Estos insectos se alimentan de sangre y provocan que el gato se rasque y lama en exceso. Además, algunos gatos pueden desarrollar dermatitis alérgica a la picadura de pulga (DAPP), que causa enrojecimiento, heridas y alopecia. Es fundamental tratar tanto al gato como el entorno para eliminar las pulgas. Las garrapatas también pueden causar picazón y pérdida de pelo, especialmente en el cuello, las orejas y entre los dedos.
Las infecciones por hongos, como la tiña y levaduras, como la Malassezia, pueden causar picazón y lesiones en la piel. Los síntomas incluyen alopecia, granitos con costra y enrojecimiento. Es necesario acudir al veterinario para diagnosticar y tratar adecuadamente estas infecciones.
Si tu gato se rasca mucho la cara o los ojos, podría tener un cuerpo extraño alojado o sufrir de enfermedades oculares como la conjuntivitis. En estos casos, es importante buscar atención veterinaria para evitar complicaciones.
La otitis, una infección del oído, puede causar picazón intensa en las orejas, junto con mal olor, secreción y dolor. Es crucial tratar la otitis desde los primeros síntomas para evitar complicaciones.
En menor medida, el picor en gatos puede deberse a enfermedades inmunomediadas o tumores. Además, el rascado y lamido compulsivo pueden ser respuestas al estrés o alteraciones de la conducta. Si tu gato se rasca mucho y no se encuentra una causa física evidente, podría ser necesario consultar a un experto en conducta felina.
El tratamiento por lo general depende de la causa subyacente:
Si el veterinario concluye que tu gato está sano pero sigue rascándose y lamiéndose en exceso, podría tratarse de un problema psicológico. El acicalamiento compulsivo puede ser una respuesta al estrés. En estos casos, consulta a un experto en conducta felina y asegúrate de proporcionar un entorno enriquecido y estable para tu gato.
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Si tu gato se rasca mucho, no lo ignores. Abordar el problema de inmediato con la orientación adecuada puede prevenir complicaciones mayores y garantizar la salud y el bienestar de tu mascota. Consulta siempre con un veterinario para recibir el mejor asesoramiento y tratamiento posible.