La salud del cerebro es fundamental para permanecer saludables e independientes aun con el avance de los años, señalan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Además, añaden que tanto como mantener nuestro cuerpo en buena forma, también queremos mantener una mente sana.
Desde el Instituto Mayo Clinic indican que el cerebro controla el pensamiento, el movimiento y la emoción. Esto es posible, explican, gracias a miles de millones de células nerviosas llamadas neuronas. En este punto, advierten que si estas no funcionan correctamente, es posible que los músculos no se muevan con fluidez, se pierda la sensibilidad en algunas partes del cuerpo y el pensamiento podría ralentizarse, afectando íntegramente a la salud y la calidad de vida.
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En cuanto al cerebro y los posibles problemas que su salud puede enfrentar, aparece la ataxia. Se trata de una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que presenta síntomas como dificultad para hablar, tropezar, caerse y falta de coordinación, según un informe de la Fundación Nacional para la Ataxia de Estados Unidos.
Según datos difundidos por el Instituto Mayo Clinic, la ataxia suele aparecer después de un daño en el cerebelo, que es la parte del cerebro que controla la coordinación muscular o sus conexiones. Además, explica que varias afecciones pueden causarla como las afecciones genéticas, accidente cerebrovascular, tumores, esclerosis múltiple, enfermedades degenerativas, el abuso del alcohol y determinados medicamentos.
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Cuando la ataxia es diagnosticada, dependerá de su causa el tratamiento a seguir para mejorar la salud del paciente. Desde la Unidad de Movimientos Anormales del Instituto de Neurociencias del Hospital Alemán (Argentina) explican que en muchas ocasiones este trastorno en el cerebro puede corregirse y mejorar, aunque aclaran que no existe una medicación específica.
En este punto, sus profesionales señalan que “se ha intentado con éxito variable el uso de algunas medicaciones en casos específicos”. Más allá de eso, indican que para tratar la ataxia se aconseja el abordaje a través de terapia ocupacional, kinesiología motora y fonoaudiología, es decir que se emplea una neurorrehabilitación.