La arritmia es una alteración en el ritmo del corazón que provoca latidos irregulares, demasiado rápidos o lentos. Dentro de las arritmias, la fibrilación auricular (FA) es la más común y representa un problema de salud serio. Esta condición afecta el flujo normal de impulsos eléctricos en el corazón, lo que puede derivar en complicaciones graves como insuficiencia cardíaca o accidentes cerebrovasculares (ictus).
Las causas de la fibrilación auricular pueden ser variadas y, en muchos casos, difíciles de identificar con precisión. Sin embargo, existen factores que aumentan significativamente el riesgo de padecer esta afección al corazón:
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Además, factores genéticos pueden jugar un papel importante, aumentando la predisposición de ciertas personas a sufrir este tipo de alteraciones cardíacas.
Uno de los síntomas más característicos de la fibrilación auricular son las palpitaciones, que se sienten como latidos rápidos o irregulares, según Mayo Clinic. Otros síntomas incluyen sensación de falta de aire, fatiga y, en casos más severos, desmayos. Sin embargo, es importante destacar que en algunos casos la FA puede ser asintomática y solo se detecta cuando ya ha causado complicaciones graves, como un ictus.
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La fibrilación auricular aumenta el riesgo de formación de trombos en el corazón, que pueden desplazarse y causar embolias sistémicas o ictus. Asimismo, esta condición puede derivar en insuficiencia cardíaca, al dificultar la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente. Por ello, es crucial consultar a un especialista al notar cualquier irregularidad en el pulso.
El diagnóstico de la fibrilación auricular se realiza generalmente mediante un electrocardiograma (ECG). Hoy en día, también es posible detectarla con dispositivos como smartwatches, que monitorizan la actividad cardíaca en tiempo real. Una vez diagnosticada, el médico evaluará el riesgo de complicaciones y determinará si es necesario iniciar un tratamiento con anticoagulantes para prevenir embolias.
El tratamiento más efectivo para la fibrilación auricular es la ablación de venas pulmonares, un procedimiento que corrige las alteraciones eléctricas en el corazón. Este método no solo reduce el riesgo de complicaciones, sino que también protege las estructuras vecinas, minimizando posibles daños. Con un diagnóstico y tratamiento oportunos, es posible controlar la arritmia y mejorar la calidad de vida del paciente.