Yoshigei Nakatani, fue un inmigrante japonés que arribó a México en el año de 1932, por la necesidad de trabajar. Pero jamás se imaginó que su receta de cacahuates le daría un legado que permanece vigente.
De acuerdo con un el texto “El cacahuate japonés que nos legó la familia Nakatani”,Yoshigei, llegó a México a la edad de 22 años y tras ser contratado por una empresa extranjera tuvo que asentarse en el país, por lo que se instaló en el barrio de La Merced.
Ahí conoció a su esposa, la mexicana Emma Ávila, con la que formaría una familia conformada por cinco hijos además de un imperio de botanas para los mexicanos.
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Al principio todo parecía ir bien, pues no tenían problemas económicos. Fue hasta 1941 que la guerra entre Japón y Estados Unidos traería consecuencias que no sólo afectaría a Yoshigei sino a varios inmigrantes japoneses.
Foto: Vicente Arteaga
¿Cómo surgen los cacahuates japoneses?
En busca de una solución para mantener a su familia, el joven japonés decidió emprender con la venta de botanas. Entre su esposa y él inventaron los muéganos, los cacahuates y la “oranda”.
Primero surgieron los muéganos, posteriormente la “oranda” y como los mexicanos de ese entonces los aceptaron con éxito; decidieron crear los cacahuates que hoy conocemos como "japoneses".
Originalmente la receta tiene otros ingredientes, porque Yoshigei se basó de una golosina que le gustaba en su infancia. Pero ante la ausencia de materia prima que no se encontraba en el país, tuvo que recrear la que sería la cubierta. Es así que la fabricó a base de harina tostada de trigo y soya.
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Al paso del tiempo las botanas comenzaron a venderse con tal éxito, que de un taller pequeño se convirtió a un negocio y actualmente se conoce como la empresa Nipon.
Yoshigei Nakatani murió en 1992 y tan sólo dos años más tarde lo haría su esposa, no obstante, dejaron un legado que permanece vigente.
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ayef
