Más Información
Los gorilas, esos majestuosos y poderosos primates, se encuentran entre los animales más fascinantes del planeta. Con una estructura social compleja, un comportamiento altamente inteligente y una apariencia imponente, los gorilas han capturado la imaginación de biólogos y aficionados a la naturaleza por igual. Sin embargo, más allá de su imagen en películas o zoológicos, los gorilas enfrentan amenazas críticas para su supervivencia, poniendo en riesgo su existencia.
El profesor de biología, Nick A. Romero H., manifiesta que existen dos especies principales de gorilas: el gorila occidental y el gorila oriental y ambas están subdivididas en subespecies. El gorila occidental incluye al gorila de las llanuras occidentales y el gorila de los bosques de montaña, mientras que el gorila oriental se compone del gorila de montaña y el gorila de las llanuras orientales. Estos impresionantes primates habitan en áreas específicas de África central y occidental, desde las montañas del Congo hasta los densos bosques tropicales del continente africano.
Leer más: ¿Qué deportes son mejores para lograr el bienestar mental?; esto dice la lA
Los gorilas son animales predominantemente herbívoros, con una dieta que incluye hojas, frutas, tallos y raíces. Son conocidos por su tamaño imponente, con machos adultos que pueden superar los 200 kilogramos de peso, lo que les ha valido su reputación como "gigantes gentiles".
Aunque los gorilas tienen un comportamiento ocasionalmente omnívoro, consumiendo insectos como hormigas y termitas, la parte animal de su dieta es mínima en comparación con la vegetal. De hecho, la mayor parte de su alimentación consiste en plantas y más específicamente, en vegetación rica en celulosa. Su sistema digestivo fermenta eficientemente estos alimentos, extrayendo los nutrientes esenciales que necesitan para sobrevivir.
La dieta de los gorilas bebés
Al igual que muchos otros mamíferos, los gorilas bebés comienzan su vida alimentándose exclusivamente de leche materna, que es su fuente principal de nutrientes hasta aproximadamente los tres años, cuando ocurre el proceso de destete. Sin embargo, entre los cinco y seis meses, los pequeños gorilas comienzan a imitar los hábitos de sus madres y otros miembros del grupo. Este aprendizaje social incluye la prueba de nuevas fuentes de alimentos, como hojas tiernas y frutas.
Este proceso de imitación es crucial, ya que permite a los gorilas jóvenes aprender a identificar qué plantas son seguras para comer. Además, durante este periodo, los gorilas bebés también aprenden a manipular los alimentos, pelarlos y desechar las partes no comestibles, habilidades que serán esenciales cuando se conviertan en adultos.
Los gorilas de montaña (subespecie del gorila oriental) tienen una dieta basada principalmente en plantas como tallos, hojas, cortezas, apio silvestre, cardos, ortigas y raíces. Aunque también consumen insectos como hormigas y termitas, su ingesta de proteína animal es mínima. Su alimentación varía según la estacionalidad, pasando mucho tiempo buscando y consumiendo vegetación. Esto representa aproximadamente el 30% de su día, con el resto dedicado a moverse y descansar.
Por otro lado, los gorilas occidentales (como los gorilas de tierras bajas y del río Cross) también son herbívoros, pero su dieta cambia según la disponibilidad de alimentos en su hábitat tropical. Los gorilas del río Cross consumen principalmente hierbas y cortezas, mientras que los de tierras bajas incluyen médulas, hojas y frutas estacionales, así como insectos. Algunos también se alimentan de plantas acuáticas en pantanos.
El término "espalda plateada" se refiere a los machos adultos, que tienen un pelaje gris en la espalda. Estos gorilas, debido a su tamaño, requieren más alimentos y tienden a ser más selectivos para mantener su fuerza y liderazgo en el grupo.
En cuanto a los mitos sobre los gorilas, no comen humanos. Aunque pueden defenderse si se sienten amenazados, su dieta es principalmente herbívora y su comportamiento es pacífico. A pesar de estos malentendidos, los gorilas son esenciales para el ecosistema africano. Sin embargo, tanto las especies orientales como occidentales están en peligro crítico debido a la caza furtiva y la destrucción de su hábitat, lo que hace urgente su conservación.