Las orejas rojas en un perro pueden ser un síntoma de diversos problemas, y saber cómo actuar es fundamental para asegurar su bienestar. Las causas pueden variar desde una simple irritación hasta infecciones graves, por lo que identificar y atender este problema a tiempo es clave para evitar complicaciones. A continuación, Alba Navas, Auxiliar Técnico de Veterinaria, te explica los posibles motivos detrás de esta condición, cómo reconocerlos y qué medidas tomar.
La otitis es una inflamación del canal auditivo y es una causa frecuente del enrojecimiento de las orejas. Puede ocurrir tanto en la parte interna como externa del oído y puede ser muy dolorosa para el perro. Si no se trata a tiempo, puede generar problemas graves como pérdida de audición.
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Los perros con otitis suelen presentar orejas rojas y calientes, secreción, mal olor y rascado frecuente. Ante estos síntomas, lo mejor es acudir al veterinario. El diagnóstico puede requerir medicación como antibióticos, analgésicos o gotas óticas. La limpieza cuidadosa de las orejas con productos recomendados es fundamental para apoyar el tratamiento.
Las orejas rojas en los perros también pueden ser síntoma de una alergia. En estos casos, el enrojecimiento se acompaña de picazón e inflamación. Las alergias pueden deberse a alimentos, factores ambientales o productos de higiene.
Picazón, enrojecimiento, mal olor y secreción en las orejas son los principales síntomas, por eso es primordial mantener limpio el ambiente de tu perro para reducir alérgenos.
Los ácaros pueden alojarse en las orejas, causando una irritación intensa. Son especialmente comunes en cachorros y en perros en contacto con otros animales. Estos parásitos causan enrojecimiento, picazón intensa y una secreción de cera oscura.
Aplicar gotas específicas para ácaros y limpiar el canal auditivo ayuda a combatir el problema. Además, es fundamental la administración de medicamentos antiparasitarios para prevenir recaídas. Dado que los ácaros son muy contagiosos, es importante mantener a los perros desparasitados.
Las heridas en las orejas pueden ser el resultado de algún objeto extraño que ha entrado en el oído o incluso por el rascado excesivo del perro. Si observas sangre o costras, podría haber una herida abierta. Desinfecta la herida con una solución recomendada, como clorhexidina. En algunos casos, el veterinario puede recetar antibióticos para prevenir infecciones y puede ser necesario el uso de un collar isabelino para evitar que el perro se siga rascando.
Si un objeto extraño entra al canal auditivo, puede causar enrojecimiento e incomodidad. Tu perro podría sacudir la cabeza con frecuencia para tratar de expulsarlo. Un veterinario debe encargarse de la extracción del objeto para evitar dañar el oído. Después de la extracción, una limpieza cuidadosa reducirá el riesgo de infección.
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Las orejas rojas en los perros pueden ser un síntoma de distintos problemas. Si bien una limpieza cuidadosa puede ser suficiente en algunos casos, es importante consultar a un veterinario si los síntomas persisten. Actuar a tiempo y cuidar la higiene de sus orejas son clave para prevenir molestias mayores y asegurar el bienestar de tu mejor amigo.
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