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Una buena alimentación y nutrición son la base de la salud infantil y aportan beneficios que pueden durar toda la vida, precisa un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La idea es que desde pequeños las personas puedan adquirir hábitos saludables de alimentación para mantener una salud fuerte.
Desde el Servicio de Atención a la Diversidad y Voluntariado de la Universidad de Murcia (España) indican que una alimentación saludable se entiende como una dieta equilibrada que debe ser variada, suficiente, equilibrada, higiénica y satisfactoria. La clave, destaca, es que el organismo reciba hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales, agua y fibra.
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La mejor manera de comer fresa
Dentro de esta alimentación saludable, debe priorizarse el consumo de frutas, verduras, cereales, carnes y legumbres. Es por eso que en esta oportunidad destacamos a las fresas como una gran fuente de fibra, vitamina C, hierro, yodo, calcio, fósforo, magnesio, potasio, antocianinas (antioxidantes) y ácidos orgánicos, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (España).
Las fresas actúan como desinfectante, antiinflamatorio y desintoxicante, interviene en la disolución de cálculos renales, ante la hipertensión y la retención de líquidos, beneficia cuadros reumáticos y de artritis, favorece el crecimiento óseo, tejidos y sistema nervioso, de acuerdo a un informe del Ministerio de Salud Pública de Paraguay. Se trata de una de las frutas más beneficiosas para la salud de las personas.
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Incluir esta fruta en nuestra alimentación es muy fácil ya que las fresas son muy versátiles a la hora de su consumo. Por lo general, se consumen con crema pero, para aprovechar mejor sus nutrientes, la mejor manera de consumirlas es en un preparado que combine avena y proteínas en polvo.
Acompañar las propiedades de las frutillas con proteínas en polvo ayuda al crecimiento y la reparación muscular. Por otro lado, al sumarle avena, se incrementa su contenido de fibra y se potencian sus vitaminas y minerales, según una publicación de la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética. Por lo tanto, esta fruta puede ser consumida en un batido que incluya avena y proteína en polvo, siempre con la correspondiente consulta previa con un especialista de la salud.