Un niño de 4 años fue noticia la semana pasada después de convertirse en el miembro más joven en Reino Unido de Mensa, la sociedad internacional para personas con un coeficiente intelectual altísimo.
Teddy, que puede contar hasta 100 en seis idiomas, incluido el mandarín, ya está mucho más avanzado que sus compañeros.
Pero ¿qué les sucede a los niños como Teddy cuando crecen?
Hace dos décadas, Christopher Guerin estaba en una posición similar a la de Teddy. Fue calificado como el niño más inteligente de Reino Unido a los 12 años en 2002, superando a miles de otros niños.
"Fue algo que mi familia y yo no esperábamos en absoluto", dice Guerin, ahora de 32 años. "Mi cara estaba en todos los periódicos, en el sitio web de la BBC".
Con un coeficiente intelectual de 162, ya era miembro de Mensa. Se unió a la organización después de ver a Lisa Simpson inscribirse, durante un episodio de la serie "Los Simpson".
Mensa cuenta con 140.000 miembros en el mundo, y acepta a personas que obtienen una puntuación dentro del 2% superior de la población general en una prueba de inteligencia.
La organización se describe a sí misma como "la sociedad de alto coeficiente intelectual líder en el mundo", y brinda a sus miembros un espacio para que personas afines socialicen, crezcan intelectualmente y participen en actividades interesantes.
El triunfo de Guerin le abrió muchas oportunidades, incluida la invitación a ver jugar a su equipo preferido, el Aston Villa, con el presidente del club y un viaje gratis a Irlanda, pagado por la oficina de turismo irlandesa.
Sus padres eran irlandeses.
El entorno de Guerin tenía la expectativa de que fuera sobresaliente, y él no lo encontró negativo. De hecho, eso le animó. "Personalmente respondí bien a eso", dice.
"Creo que incluso si no hubiera ganado, habría querido sobresalir en lo que estaba haciendo de todos modos, pero definitivamente me dio otro incentivo.
"Fui a una escuela primaria estatal, lo que significaba que ser académicamente competitivo formaba parte de la ética de la escuela de todos modos, por lo que era un muy buen ambiente y la mayoría de la gente respondió positivamente".
El niño más inteligente de Reino Unido hizo tres maestrías, incluida una de Cambridge, y actualmente está estudiando para su doctorado.
Trabaja como subdirector en una escuela secundaria, donde usa su experiencia para animar a sus alumnos.
"He hecho asambleas sobre cómo aprovechar al máximo las oportunidades", afirma Guerin, quien se casó hace unos meses. "No tienen que ser exámenes o cosas académicas, pero sea lo que sea lo que te interese, es algo realmente agradable de hacer".
Arran Fernandez, de 27 años, fue otro niño superdotado y dice que tampoco enfrentó ninguna presión adicional.
Tenía solo 15 años cuando fue a la Universidad de Cambridge a estudiar Matemáticas, convirtiéndose en el estudiante más joven de esa institución desde 1773. A los 18 años, era el campeón matemático de la universidad.
Fernandez, quien se educó en casa, afirma: "Mi experiencia [universitaria] ciertamente no fue típica, pero tampoco siento que me lo perdí. Cada experiencia es única a su manera".
"Socialmente nunca me ha importado mucho comparar mi edad con la de los demás, por eso no me sentía diferente a mis compañeros por la edad. Comenzar la universidad por primera vez es un cambio de vida y una nueva experiencia para todos, ya sea a los 15 o a los 18".
Fernandez, quien ahora es profesor asociado de matemáticas en la Universidad del Mediterráneo Oriental en el norte de Chipre, dice que siempre trató de desempeñarse lo mejor posible en su trabajo. "Eso es para mi propia satisfacción y no por la presión externa".
"Descubrí que la gente generalmente tenía grandes expectativas sobre mí, pensando que debía ser un 'genio' debido a mi edad. Sin embargo, no permití que las percepciones o expectativas de los extraños afectaran mi psicología o me presionaran indebidamente".
Asegura que no le gusta el término "niño genio".
"No fui y no soy un genio. Solo soy alguien a quien le brindaron oportunidades educativas excepcionales y pudo aprovecharlas al máximo".
Él dice que las oportunidades y el apoyo que tuvo no lo hacen "mejor" que nadie. En todo caso, le han inspirado a "devolver el favor y tratar de apoyar a otros para lograr oportunidades y éxitos similares".
Por supuesto, ser superdotado de niño no significa que lo tengas todo a tu manera todo el tiempo.
Jocelyn Lavin, quien creció con talento musical y fue aceptada en la prestigiosa Escuela de Música de Chetham en Manchester, dice que ser considerada una niña genio no le afectó negativamente mientras crecía.
Sin embargo, agrega que en la vida laboral de los adultos, las personas a menudo quieren que las cosas se hagan de cierta manera. "Y no les gusta cuando no encajas en el molde y tienes tu propia forma de pensar y ver las cosas".
Lavin ha trabajado como profesora y secretaria entre otros trabajos, y hace unas semanas solicitó para su "papel perfecto".
"Llené el cuestionario de la solicitud y subrayé que sentía que podía hacer bien el trabajo con mis habilidades de investigación", explica.
"Sin embargo, respondieron que mis respuestas a sus preguntas en el formulario eran opuestas a lo que estaban buscando para el puesto, lo que me hizo sentir que las habilidades que tengo me están frenando en la búsqueda de trabajo".
Aquellos de nosotros que no éramos niños genios no debemos preocuparnos.
Wendy Berliner, una periodista especializada en educación, dice que a menudo para los adultos que pasan a ser excepcionales, "tiene más que ver con el carácter, factores como la determinación, el impulso, la curiosidad".
"El apoyo también es muy importante: con las personas que alcanzan grandes logros, por lo general encontrarás que hay alguien muy solidario en el fondo que los alienta", afirma.
La consultora de niños superdotados de Mensa, Lyn Kendall, dice que los niños de la organización están muy motivados: tienen una "necesidad" de aprender.
Afirma que Mensa dirige un grupo de apoyo para padres de niños superdotados que actualmente cuenta con unas 300 familias. Ser padre de un niño Mensa es exigente, dice. "Es agotador y frustrante, casi arruina los matrimonios".
Berliner señala que cualquiera que piense que tiene un hijo superdotado debe evitar "tratar al niño como alguien que nos hace quedar bien como padres".
En cambio, "anímelo para que sea una persona que se sienta cómoda y feliz en su vida, eso es lo más importante".
Y muchos padres podrían estar en esa misma posición en este momento.
Después de que Teddy fuera noticia por su alto coeficiente intelectual, Kendall recibió 38 correos electrónicos de padres de niños de 3 o 4 años para pedir ayuda.
Decían: "Tenemos uno así".
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