Las redes sociales están presentes en todas partes del mundo; sin embargo, la siguiente historia corresponde a una red social muy inusual, pues fue gracias a Marta, un gatito bicolor, que se creó de forma "artesanal" un medio de comunicación entre vecinos de un edificio en Argentina .
Por medio de un hilo de Twitter , el usuario @santiidelson compartió la tierna y curiosa historia que ocurrió en un edificio de 100 años en Palermo, Buenos Aires .
"Hace unos días apareció en el ascensor este cartel, sin quejas ni reclamos, solamente un pedido de cuidar a un gato aullador. La explicación, ES UN MICHI, simple y compacta, era un archivo.zip con los miles de razones por las que hay que querer a un gato", se lee en el tuit.
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Asimismo, narró que al día siguiente "apareció la respuesta, anónima. Otra nota que hablaba de MARTA, una gata que nunca vi, con un muy buen nombre. No conozco tanto a mis vecinos (son 10 en total) pero estas notas estaban escritas por gente claramente gatera".
"Ese mismo día a la tarde una tercera nota pedía VER A MARTA. Era una nota que escribí yo. ¿Qué era ese chat? ¿Quiénes escribían en esta red social artesanal de ascensor? Luego de mi nota se detuvieron los mensajes", añadió en el siguiente tuit.
Ante las peticiones del cartel que pedía ver a Marta, este dio sus frutos. "LA FOTO DE MARTA DE PALERMO pensativa en una silla apareció por sorpresa dos días después y me alegró. Con su edad y otros datos importantes. Lindo detalle la cinta dorada. Mi cabeza ya tenía un reloj interno esperando encontrar el próximo cartelito", escribió el usuario, quien compartió la imagen del michi.
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"Al rato llegó una respuesta: furor por Marta y por esta nueva red social en la que el feed está quieto y scrollea el ascensor. Salí de casa contento por este intercambio improductivo y poético en un momento del mundo tan funcional. ¿Habría otro mensaje cuando volviera a la noche?", agregó.
Sin embargo, al día siguiente la foto de Marta ya no estaba pegada en el ascensor. "El mensaje de la noche eran malas noticias. Alguien había sacado los carteles. Este nuevo mensaje pedía por el derecho a seguir posteando. Había un antigato entre nosotros. A la mañana siguiente ya no había carteles, alguien había arrasado con este canal de comunicación atípico tan diferente a las reuniones de consorcio. Alguien con oscuridad", detalló.
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Por su parte, el huésped del edificio sospechó de algunas personas del lugar. "Mis sospechas recaían en 3 personas: Lucy la encargada (carteles = vandalismo), Laura mi vecina de piso (quiere que el edificio se sienta de categoría) o alguien random que simplemente quiere ver el mundo arder".
Así, el internauta señaló: "Me levanté con garra, imprimí la foto que había sacado con el teléfono al cartel de Marta para ponerla en lugar de la original y reconstruir el chat. Y redoblando la apuesta sumé un post de Ramona, mi gata blanca, adorable psicópata culo en estufa".
"A las pocas horas alguien sumó a dos nuevos gatos (Noir y Micho) al feed ascensorístico. Guardo backup digital de todos los carteles. Por ahora la red está a salvo. Todo ocurrió dentro de este ascensor para 3 personas, durante una semana de muchísimo trabajo, quilombo, el país y etc.", concluyó.
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Finalmente, sugirió a las personas "instalar esta nueva red social en sus ascensores".
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aosr/rmlgv