En una urna rosa de escasos 16 centímetros, la perrita “Moni” de 15 años duerme el sueño eterno mientras su mamá humana Esmeralda Yarce clama justicia frente al domicilio donde le arrebataron la vida a golpes y enterraron sus restos.
La tarde de este 9 de junio en el número 101 de la calle Xotepingo, en Ciudad Jardín, no hubo la habitual calma que existe en esta colonia de la alcaldía Coyoacán, habitada principalmente por vecinos de la tercera edad.
“Justicia” fue el grito que ensordeció las inmediaciones de la unidad habitacional donde una centena de vecinos, activistas y capitalinos amantes y protectores de los animales se manifestaron. Salieron del domicilio de “Moni”, ubicado en la calle Crisantemo, con dirección al lugar donde una vecina adulta mayor la asesinó.
“Recorrimos el último paseo de mi bebé. Como era discapacitada se fue por toda la pared. Nadie la auxilió en la calle. No existe la empatía, el vigilante de al lado la corría. Caminó solita hasta que Flor la amarró, la llevó a su casa y la mató”, dijo su propietaria.
Lee también ¿Cómo denunciar maltrato animal?
“Moni” era una perrita chihuahua de pelaje negro lacio que, pese a su edad, es recordada por su familia como activa y amorosa.
Sus ojos negros, profundos ya no veían y tenía unas “orejitas puntiagudas”: describió Esmeralda, quien la buscó por más de cuatro días, tras su desaparición el lunes 27 de mayo.
Ese día sólo 15 minutos demoró Esmeralda en percatarse que “Moni” no estaba. La buscó por más de 7 horas, pegó carteles y preguntó a vecinos. La esperanza le volvió al pecho con una llamada anónima cuatro días después de su desaparición en la que le informaron que la vieron con la vecina a la que han apodado “la mata perros”: Flor.
Flor era conocida en la zona por el rescate de perros, por lo que los vecinos “pensamos que era solo un rumor o difamación a su nombre”, dijo Esmeralda con dolor al asegurar que “Moni tuvo que demostrarnos que no era cierto”.
El hallazgo de los restos enterrados de “Moni” fue la prueba que los vecinos habían esperado. Moni permaneció bajo la tierra en un árbol que da al departamento de la señora de la tercera edad “desde el lunes que se la llevó”, aseguró su dueña.
Lee también Denuncian nuevo caso de crueldad animal en Puebla: ahorcan a un perro en Huejotzingo
Esmeralda levantó una denuncia por maltrato animal en el ministerio público: “Hemos tenido un buen trato, vinieron a hacer peritaje, la denuncia y seguiremos hasta obtener justicia por homicidio doloso, bueno maltrato animal, porque no lo consignaron como lo que es”.
Varios vecinos de la zona han narrado historias de hurto de mascotas de sus domicilios, ofensas que recibieron y perros perdidos tras darlos en adopción a Flor.
Por más de 15 años, han levantado quejas y escuchaban de “oreja a oreja” los maltratos. Ahora, aseguran, tienen la posibilidad de denunciar, pues la fiscalía está haciendo diligencias para “engordar la carpeta contra la asesina”, asegura Esmeralda
“Ella se ostentaba como protectora de animales. Le llevamos un husky para vacunarlo no lo volvimos a ver, dijo que tenía cáncer y nos los durmió, también ha desaparecido gatitos. Siempre andaba con croquetas para robarse perritos”, denuncian los vecinos.
Con pancartas, carteles, lonas y consignas, ciudadanos, algunos con sus mascotas, recorrieron en punto de las once y media de la mañana el trayecto que hizo la chihuahua antes de que fuera raptada por Flor.
Videos difundidos muestran que la señora de la tercera edad la metió a su departamento amarrada.
Ahí, en el número 101 de la calle Xotepingo, Esmeralda, vecinos, familiares y activistas gritaron “ni un perrito más, justicia para ‘Moni’, asesina”, en solidaridad.
A la una de la tarde, cerraron un carril de Avenida División del Norte, a la altura de la calle Jacarandas. Allí fueron bien recibidos por los automovilistas que con el claxon mostraron su solidaridad.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana resguardaron y acompañaron la manifestación por la perrita “Moni” hasta su conclusión, ésta se desarrolló de forma pacífica.
sal