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Hoy en día la frase "salir del clóset" resulta una expresión cotidiana, que más allá de poseer un carácter peyorativo, se ha convertido en todo un estandarte para quienes deciden hacer público su sentido de pertenencia a algún colectivo de disidencia sexual.
El dicho se utiliza prácticamente de manera global, aunque dependiendo la región en la que se utilice, presenta algunas variaciones, adaptadas a los modismos lingüistas de cada población.
Por ejemplo en España, la palabra "closet" suele reemplazarse por "armario" o "placard", por su cercanía con la región francoparlante.
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¿Cuál es el origen de la frase "salir del clóset"?
Pese a que toda la región occidental se ha apropiado de la expresión, la frase "salir del clóset" proviene de un dicho anglosajón que hace referencia a tener escondido un esqueleto, el cual hace una analogía a un crimen o a algún asunto digno de mantenerse oculto.
Por lo tanto, cuando hablamos de que alguien decidió "abandonar el armario", estamos haciendo referencia al descubrimiento y a la salida de la oscuridad, que metafóricamente hace referencia al sufrimiento que algunas personas padecen al no poder hacer pública la expresión genuina de su sexualidad.
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A las personas que revelan voluntariamente su preferencia por una expresión de género o atracción sexual no hegemónica se les otorga popularmente la condición de "salidos del clóset", siendo esta categoría un sinónimo de libertad y de orgullo por romper el estigma que los tenía escondidos tras las puertas del ojo público.
Gracias al uso recurrente del dicho por parte de personajes públicos y marcas comerciales, se ha vuelto parte de nuestro glosario popular, ayudando también a la eliminación progresiva de los prejuicios que rodean a quienes deciden expresar libremente su sexualidad, desde diferentes espectros.
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