La avena, un cereal reconocido por sus beneficios para la salud, se convierte en una opción aún más poderosa al combinarla con frutas de bajo índice glucémico, como la manzana verde. Esta dupla no solo deleita el paladar, sino que también ofrece una variedad de nutrientes que contribuyen al bienestar general del organismo.
La avena es rica en fibra soluble, vitamina E, vitamina B5 y B6, así como minerales como hierro, selenio, magnesio y cobre. Además, aporta aminoácidos esenciales.
La fibra soluble de la avena desempeña un papel fundamental en la estabilidad de los niveles de glucosa y colesterol en la sangre.
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La manzana, por su parte, es una fuente de vitaminas A, B1, B2, B5, B, vitamina E y C, junto con minerales como potasio, boro y calcio. La fibra presente en la cáscara de la manzana se suma a sus beneficios nutricionales, contribuyendo a una digestión saludable, según la doctora Maricela Jiménez López.
La combinación de avena y manzana resulta especialmente eficaz para mantener estables los niveles de glucosa en la sangre. Los componentes solubles presentes en ambos alimentos contribuyen a una liberación más lenta de insulina, previniendo los picos de glucosa y, en consecuencia, ayudando a prevenir la diabetes.
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El beta-glucano, un compuesto presente en la avena, favorece la reducción del colesterol LDL, conocido como el colesterol "malo". Esta acción combinada de la avena y la manzana contribuye a la salud cardiovascular, ayudando a prevenir problemas como infartos.
El consumo regular de avena con manzana aporta antioxidantes y fitoquímicos, elementos esenciales para prevenir el desarrollo de células cancerígenas y neutralizar la acción de los radicales libres en la piel.
Aunque la versión tradicional de avena caliente con trozos de manzana es popular, la opción más beneficiosa es consumir la avena en su forma cruda. Puedes cortar una manzana en trozos, agregar yogurt griego o natural e incorporar hojuelas de avena cruda. Esta combinación también puede transformarse en un saludable smoothie.
La versatilidad de esta combinación permite diversas opciones de consumo, adaptándose a las preferencias individuales. Ya sea en forma de avena caliente, mezclada con yogurt o integrada en un batido, la avena y la manzana se convierten en aliados para mantener el sistema digestivo en óptimas condiciones.
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