Muchas personas han optado por llevar a cabo una vida apuntada al cuidado de su salud y por ello eligen, principalmente, consumir alimentos de origen natural. Frutas, verduras, legumbres y algunas carnes aparecen como integrantes de su alimentación que prioriza el contenido nutricional ante todo.
Es en este marco que, al tratarse de alimentos que nos suministra la naturaleza, al quitarlos de su lugar de nacimiento estos tienen una vida útil relativamente corta. Por tal motivo, la preservación de estos se convierte en un dilema para las personas que suelen comprar en cantidad y, en algunas ocasiones, han terminado desechando alguna fruta o verdura.
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Entre los alimentos más elegidos por quienes llevan a cabo una dieta balanceada, y principalmente en aquellos que realizan actividad física, se encuentra el plátano. Se trata de una fruta que aporta hidratos de carbono, fibra, potasio y vitamina C, según destaca el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España.
Es muy común comprar plátanos en gran cantidad, pero a la hora de su consumo por lo general es una unidad o dos por día. Esta situación, sumadas a las altas temperatura y a que la fruta ha quedado aislada de su hábitat natural, convierte su almacenamiento en una tarea difícil de afrontar.
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A medida que pasan las horas y los días, los plátanos comienzan a evidenciar cambios en su morfología. Estos alimentos maduran a gran velocidad y empiezan a aparecer zonas marrones y blandas en su cáscara, al igual que en su interior. Es por ese motivo que hoy queremos contarte un truco que te ayudará a mantenerlos frescos por hasta dos semanas.
Los plátanos, al igual que otras frutas, producen etileno, un gas que regula su crecimiento y acelera su maduración. Si se almacenan las frutas juntas, ese gas se multiplica y el proceso se acelera. El truco entonces para mantenerlos frescos es alejar los plátanos de otras frutas y, con un film transparente o papel de aluminio, se debe envolver sus tallos logrando así ralentizar el proceso descrito anteriormente.
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