El 19 de agosto de 2024, México será testigo de un evento astronómico que ocurre solo cada dos o tres años:. Este fenómeno, a pesar de su nombre, no implica un cambio en el color de la luna, pero su rareza y el simbolismo asociado lo convierten en un evento que despierta gran interés en todo el mundo.

La última superluna en América del Norte ocurrió hace 152 años, el 31 de marzo de 1866 "azul de sangre". Los fotógrafos tienen una vista de una súper luna de sangre azul que se encuentra sobre el puente Golden Gate en San Francisco  (Foto: AP)
La última superluna en América del Norte ocurrió hace 152 años, el 31 de marzo de 1866 "azul de sangre". Los fotógrafos tienen una vista de una súper luna de sangre azul que se encuentra sobre el puente Golden Gate en San Francisco (Foto: AP)

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Este es el origen del evento astronómico

La Luna Azul tiene dos definiciones aceptadas. La primera se refiere a la segunda luna llena que aparece en un mismo mes, mientras que la segunda define a la Luna Azul como la tercera luna llena en una estación que presenta cuatro plenilunios. En el caso de la Luna Azul que veremos en agosto de 2024, se trata de una Luna Azul estacional, ya que este invierno (en el hemisferio sur) contará con cuatro lunas llenas en lugar de las tres habituales, esto de acuerdo con Star Walk.

Según National Geographic, el origen del nombre "Luna Azul" es tan intrigante como el fenómeno en sí. Aunque popularmente se cree que el nombre podría referirse a un error de interpretación, la verdad es que hay varias teorías al respecto.

Por un lado, existe la idea de que el término surgió debido a la confusión en la interpretación de antiguos textos, mientras que otros sugieren que se trata de una adaptación moderna de un antiguo término anglosajón. Independientemente de su origen, la expresión "Once in a Blue Moon" (una vez en una Luna Azul) se ha convertido en un modismo que denota la rareza y la improbabilidad de un evento.

Foto: Unsplash
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La NASA aclara que la Luna Azul no presenta ningún cambio visual respecto a otras lunas llenas, lo que refuerza la idea de que su importancia radica más en su infrecuencia que en su apariencia. Sin embargo, existen casos documentados en los que la luna puede aparecer con un tinte azulado debido a partículas en la atmósfera, como cenizas volcánicas o humo de incendios forestales.

De acuerdo con el mismo sitio, históricamente, la aparición de una decimotercera luna llena en un año ha tenido implicaciones significativas en diversas culturas y tradiciones. Por ejemplo, en el calendario eclesiástico cristiano, las fases de la luna se utilizan para determinar fechas importantes como la Cuaresma y la Pascua. La presencia de una Luna Azul podía alterar la disposición de los festivales, añadiendo un elemento de incertidumbre a estos cálculos.

En resumen, la Luna Azul del 19 de agosto es un recordatorio del asombroso poder y misterio del cosmos. Aunque no cambie de color, su aparición es un evento especial que conecta con antiguas tradiciones y nos invita a mirar al cielo con asombro y curiosidad.

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aov/sal

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