Los tumores intestinales en perros son crecimientos celulares desorganizados y anormales en el intestino, generalmente desencadenados por mutaciones genéticas, si detección temprana es crucial para mejorar el pronóstico y ofrecer un tratamiento adecuado. Según la veterinaria Cristina Pascual, aunque este tipo de cáncer es poco frecuente en los caninos, sus efectos pueden ser graves. Aunque representan menos del 10 % de las neoplasias en caninos, estos tumores, que suelen aparecer entre los 6 y 9 años, pueden ser malignos y varían en tipo, síntomas y tratamiento según su ubicación en el intestino grueso o delgado.
Tipos de tumores intestinales en perros
En el intestino delgado, los tumores más comunes son los carcinomas (de origen epitelial) y los linfosarcomas (de origen linfático), ambos malignos. En el intestino grueso, los tipos incluyen:
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- Adenomas: benignos y epiteliales.
- Carcinomas: malignos y epiteliales.
- Linfosarcomas: malignos y linfáticos.
- Leiomiomas: benignos de células musculares.
- Leiomiosarcomas: malignos de células musculares.
- Tumores estromales: malignos de células mesenquimales.
Síntomas de los tumores intestinales en perros
Los signos que pueden aparecer varían según la ubicación y el tipo de tumor, pero estos son los más comunes:
- Intestino delgado: vómitos, diarrea crónica, dolor abdominal, pérdida de peso y cambios en el apetito.
- Intestino grueso: heces con sangre o moco, dificultad y dolor al defecar.
Diagnóstico
El diagnóstico involucra análisis clínico y estudios por imagen, siendo la ecografía útil para observar el engrosamiento de la pared intestinal. La biopsia y el análisis histopatológico confirman el tipo de tumor y su malignidad, pudiendo realizarse por endoscopia o laparotomía según la accesibilidad de la zona afectada.
Tratamiento
El tratamiento para un tumor intestinal en perros puede incluir cirugía para extirpar el tumor o quimioterapia, dependiendo del tipo y la gravedad de la neoplasia. El pronóstico varía según el grado de malignidad y el estado de salud del perro, pero algunos tipos de tumores pueden ser manejados con éxito si se detectan a tiempo.
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Por eso, estar atento a cambios en el comportamiento digestivo de tu perro y no ignorar señales como vómitos, diarrea o pérdida de peso puede marcar la diferencia en el manejo de una posible enfermedad grave. La vigilancia y los controles veterinarios son esenciales para el bienestar de tu mascota.