La piel que recubre nuestro cuerpo es el órgano más grande que tenemos y se encarga de regular la temperatura, almacenar agua y grasa, además de protegernos contra el calor, la luz, las lesiones y las infecciones, precisa la Fundación Social Áurea (España). Esta requiere de colágeno para mantener su elasticidad y firmeza.
El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano y su función principal es la de crear y mantener las estructuras de los tejidos que forman el organismo, generando fibras resistentes, fuertes y flexibles, sobre todo en los tendones, los músculos y la piel a los que les aporta firmeza y elasticidad, según el Laboratorio Cantabria (España).
Cuidar de la piel no solo supone hacer foco en la protección ante los rayos del sol, el uso de cremas y una adecuada hidratación. Esto se debe a que a través de los alimentos también podemos colaborar con el mantenimiento de este órgano y los frutos secos se destacan entre los más adecuados.
Los frutos secos son un tipo de fruta que contiene grasas insaturadas, ácidos grasos Omega 3, fibra, esteroles vegetales y L-arginina, de acuerdo a datos difundidos por el Instituto Mayo Clinic. Además, estos alimentos aportan proteínas, vitaminas B6 y E, hierro, calcio, magnesio, manganeso, molibdeno y selenio, según el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC).
Más allá de todos los nutrientes y beneficios para la salud en general que supone la inclusión de frutos secos en nuestra alimentación, algunos son aconsejados en particular para el cuidado de la piel. Se trata de aquellos que generan colágeno y ayudan a poder lucir una piel joven y firme a pesar del paso de los años.
Los frutos secos más recomendados son las almendras, nueces de macadamia, pistachos, nueces, nueces de la India y nueces de Brasil. Estos aportan vitamina E que ofrece un efecto antioxidante y ayuda a la síntesis del colágeno. Además, los ácidos Omega 3 que contienen colaboran manteniendo la estructura celular de este órgano.
La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos 30 gramos de frutos secos por día como la porción ideal.