El desayuno es la primera comida del día y juega un papel fundamental en el control del hambre y el mantenimiento de un peso saludable. Elegir alimentos que proporcionen saciedad prolongada es clave para evitar el picoteo y el consumo excesivo de calorías a lo largo de la jornada. Según especialistas, un desayuno equilibrado debe combinar proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos.
El poder saciante de las proteínas
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nutrients, los desayunos ricos en proteínas son especialmente efectivos para controlar la saciedad. Por ejemplo, un desayuno que incluya dos huevos cocidos puede ayudar a reducir los niveles de grelina, conocida como la hormona del hambre. Al disminuir esta hormona, se prolonga la sensación de saciedad, lo que contribuye a un mejor control del apetito.
Los huevos no solo son una excelente fuente de proteínas, sino que también contienen grasas saludables y una variedad de nutrientes esenciales. Además, este tipo de desayuno no afecta negativamente los niveles de colesterol, según indican los resultados del estudio, lo que lo hace seguro para la salud cardiovascular.
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Comparación con los desayunos basados en carbohidratos
Otro desayuno común y saludable es el que incluye avena cocida. Este alimento es una buena fuente de carbohidratos complejos y fibra, lo que también contribuye a la saciedad. Sin embargo, en comparación con los desayunos ricos en proteínas, como los huevos, la avena tiene un impacto menor en la reducción de la grelina. Aun así, ambos desayunos demostraron ser seguros para el equilibrio de colesterol, sin afectar significativamente los niveles de LDL o HDL.
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¿Qué otros alimentos deberías considerar?
Para un desayuno completo y saciante, además de huevos o avena, puedes incluir alimentos como frutas frescas, que aportan vitaminas y fibra, y frutos secos, que ofrecen grasas saludables y un ligero contenido proteico. Los lácteos bajos en grasa o las alternativas vegetales fortificadas también son una excelente opción para complementar la comida.
¿Cómo equilibrar el desayuno para tus necesidades?
La clave está en mantener un balance entre calorías y macronutrientes. Si buscas energía prolongada y saciedad, opta por incluir más proteínas en tu desayuno. Por otro lado, si tu enfoque está en obtener más fibra y carbohidratos complejos, la avena es una excelente elección.