Todas las personas crecemos en un marco histórico, económico y social particular, que no solo impacta en cómo se desarrolla nuestra niñez sino que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Con beneficios y problemas, cada época ha tenido y tiene factores que marcan a cada generación.
La globalización es un término muy utilizado para describir un proceso que para muchos es beneficioso, principalmente en el plano económico, mientras que otras personas la analizan desde la hostilidad debido a que consideran que suscita una mayor, amenaza el empleo y las condiciones de vida y obstaculiza el progreso social, de acuerdo a un informe difundido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Problemas de la generación Z
En los últimos años, el mundo viene evidenciando una integración paulatina de las economías y de las sociedades, así como el desarrollo de hábitos y estilos de vida comunes entre las personas, algo que es consecuencia de una globalización social que está instaurada como una tendencia, según precisiones de la Asociación para el Progreso de la Dirección (España).
En este marco, se puede hacer referencia a la denominada generación Z que hace referencia a las personas que nacieron entre 1997 y 2012. Se trata de las generaciones más jóvenes que han crecido en los albores de la sociedad digital, llevan los hábitos de consumo a otro nivel, le dan más valor a la experiencia que a la posesión de un producto en sí mismo y en algunos casos pasan mucho tiempo en las consolas de juegos y tablets, de acuerdo a datos difundidos por el Instituto de la Juventud (España).
Lee también: El acné será un problema del pasado con esta especia antiséptica, desinfectante y antimicrobiana
Es en este marco que la agencia de informes crediticios TransUnion (Estados Unidos) analizó el presente de las personas que forman parte de la generación Z y puso el foco en dos grandes problemas que enfrentan.
El primer problema que resalta en la generación Z es la crisis de vivienda ya que cuando los jóvenes intentan independizarse se encuentran con precios de alquileres o venta muy elevados y sueldos muy bajos. Los sueldos crecen por debajo de lo que crece el precio de un alquiler, algo que hace suponer que el problema está lejos de resolverse.
El segundo problema al que TransUnion hace referencia es a que las personas de la generación Z no están dispuestas a trabajar a cualquier precio. Esto quiere decir que han sabido poner límites y que no aceptan trabajar bajo malas condiciones, algo que en épocas anteriores sucedía. Si bien es algo que puede analizarse como positivo, ya que valoran sus derechos y priorizan su salud mental, se convierte en un problema para ellos porque, unido a la crisis de vivienda, muestra un panorama complicado en el presente, pero sobre todo a futuro.
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.