En el mundo de los insectos, las abejas melíferas son mundialmente reconocidas por su capacidad de producir miel. Sin embargo, un biólogo ha revelado un hecho sorprendente: algunas avispas también pueden hacer miel. Este descubrimiento arroja luz sobre la diversidad y complejidad de estos insectos, que a menudo se subestiman o se malinterpretan.
La miel es un producto elaborado a través del procesamiento del néctar que se obtiene de las flores. Su función principal es alimentar a las abejas durante las épocas en que las flores escasean debido a las condiciones ambientales. Así, las abejas como Apis mellifera son altamente productivas en la elaboración de miel, la cual es aprovechada a nivel global para su consumo.
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Nick A. Romero H., Biólogo y educador ambiental, reveló que, aunque la mayoría de las especies de avispas no producen miel, existe un grupo muy reducido que sí lo hace. Las avispas del género Brachygastra, conocidas como avispas de miel, son nativas de América y se extienden principalmente desde México hacia el centro y sur del continente. Estas avispas tienen la capacidad de producir miel, aunque no en las mismas cantidades que las abejas melíferas.
Las avispas de miel siguen un proceso similar al de las abejas para producir miel:
Aunque algunas avispas pueden producir miel, hay varias diferencias importantes en comparación con las abejas melíferas:
La razón principal es su dieta. La mayoría de las avispas son depredadoras o carroñeras. Durante su fase larval, se alimentan de otros insectos proporcionados por la madre. Este hábito alimenticio omnívoro reduce su dependencia del néctar y por tanto, no necesitan almacenar miel como lo hacen las abejas.
Aunque las avispas no son ampliamente reconocidas por ser productoras de miel, desempeñan roles cruciales en los ecosistemas:
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El descubrimiento de que algunas avispas pueden hacer miel amplía nuestra comprensión de estos insectos. Aunque no producen miel en grandes cantidades y su miel puede ser tóxica, las avispas del género Brachygastra demuestran que la naturaleza siempre tiene sorpresas guardadas. Además, su papel en el control de plagas y la polinización subraya la importancia de estos insectos en nuestros ecosistemas.