Las personas experimentamos muchos cambios a lo largo del tiempo. El cuerpo, la salud y el estado de ánimo muchas veces son los que más se logran apreciar y es que son cambios que corresponden al proceso que nos lleva a la vejez, algo natural e inevitable.
De todos modos, existen muchos hábitos que las personas pueden implementar en sus vidas para ralentizar ciertos síntomas del envejecimiento o al menos llegar a una vejez en donde la calidad de vida sea más óptima. En este marco, la ciencia ha logrado determinar que existen dos edades en las que el cuerpo comienza a experimentar los mayores cambios y eso abre las puertas a nuevos modos de estudiar la salud humana.
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La Universidad de Stanford (Estados Unidos) elaboró un estudio en donde logró revelar que existen dos edades puntales en las que envejecemos. La investigación señala que el normal proceso de la vejez, que es lineal y progresivo, cambia a partir de los 44 años de edad a diferencia de como se creía que desde los 30 se intensifican algunas de esas transformaciones en las personas.
El estudio se basó en los cambios moleculares que, desde los 44 años, demuestra cambios en el metabolismo de las grasas, el alcohol y la cafeína. En una muestra de cien personas descubrieron que, a partir de esa edad, esos cambios dan lugar a problemas de salud relacionados con el corazón, el deterioro de la piel y la masa muscular.
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La otra edad señalada como un punto de inflexión en la vejez son los 60 años. A partir de aquí, explica la Universidad de Stanford, el envejecimiento se acentúa en las personas ya que su cuerpo experimenta cambios de respuesta ante la cafeína y los carbohidratos. Esto va acompañado por el deterioro de las capacidades neuronales, del sistema inmunológico y del sistema renal.
Los investigadores indican que este descubrimiento abre la posibilidad de aborda la salud de las personas de una forma más precisa a partir de estas edades. El foco, estiman, podría ponerse en las situaciones de estrés y en los hábitos poco saludables que las personas adquieren a lo largo de sus vidas motivo por el cual, expertos como el doctor Iván Ibáñez, recomiendan adoptar una alimentación balanceada que priorice las verduras, frutas, grasas saludables, granos y proteínas magras.
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